12. La Villa de Arriba
La Villa de Arriba o barrio del Farrobo era el lugar donde originalmente se instalaron las familias más humildes de La Orotava. Aquí se mezclan las centenarias casas terreras con nuevas edificaciones. Pasea por esta calle hasta la primera calle a la izquierda, la calle Limonero. Encontrarás detalles y rincones que permiten imaginar como fue antiguamente toda esta zona: paredes irregulares de cal y piedra; tejados con varias caras; puertas y ventanas que delatan el fino y detallista trabajo de carpintería de los artesanos que aquí vivían. En algunas de las edificaciones más bajas podrás ver el trabajo de teja tradicional a menudo poblado por verodes, plantas que no necesitan casi tierra para prosperar.
En estas casas solían vivir familias numerosas hasta mediados del siglo XX. Las fachadas son cerradas y de pequeñas ventanas porque la apertura de la casa se encontraba en los patios traseros, en los que tenía lugar la vida familiar, se trabajaban pequeñas huertas para el autoabastecimiento y se cuidaban animales para el consumo, como gallinas y conejos. Desde los años 50, las propias familias edificaron estos patios ampliando el espacio de sus viviendas.
Merece la pena perderse por los alrededores de estas calles para ir descubriendo pequeñas pistas que nos trasladan a otro tiempo. Se intuye en la Villa de Arriba el bullicio popular tras las casas humildes, el día a día de las personas que hacían posible con su trabajo la vida lejos de las elegantes casas e iglesias del casco histórico. Aquí vivían carpinteros, artesanos, agricultores, sirvientes, bodegueros, herreros. Gente que se ganaba la vida con sus propias manos.
Iniciemos el regreso hacia nuestro punto de partida callejeando para disfrutar de otros rincones aún por descubrir. Nuestra siguiente parada es la Iglesia de San Juan Bautista. Bajemos por la calle Limonero hasta la calle Pescote y giremos a la derecha. Cuidado con los coches que pasan muy cerca de las viviendas. Por razones de seguridad, hay unos pivotes que marcan el camino a seguir.
Continuemos hasta el paso de peatones y crucemos para bajar hacia la calle San Juan. Desde el paso de peatones podrás observar la torre de la iglesia de San Juan y las palmeras de la plaza. Sigamos hasta allí.