La fachada en esquina que tienes ante ti une la Iglesia de San Agustín, a la izquierda, con el antiguo convento de Nuestra Señora de Gracia, actual Casa de Cultura de San Agustín. La historia de este convento y la iglesia anexa se remonta a finales del siglo XVII, cuando se comenzaron a construir por los agustinos en la loma que hasta entonces ocupaba la ermita de San Roque.

La iglesia sufrió graves desperfectos estructurales y fue expoliada de buena parte de sus obras de arte y retablos en el siglo XIX, tras la Desamortización.

En fechas recientes se ha llevado a cabo una profunda restauración que le ha devuelto parte del su esplendor original. Fíjate en la gran altura de los muros perimetrales de este templo, que sumada a su elevado emplazamiento, hacían esta iglesia visible desde casi toda La Orotava, una pretensión de ostentación religiosa relacionada con la ideología típica de la orden agustina, que en la Orotava gozaba del apoyo de las familias pudientes. De la fachada destaca su portada central de dos cuerpos, realizada en piedra, de corte clasicista. En el interior podemos ver preciosos techados.

A la derecha de la iglesia vemos el antiguo convento agustino, que tras la Desamortización fue reconvertido en cuartel militar, lo que ocasionó daños irreparables a su claustro. En los años ochenta, este espacio sufrió otra remodelación para convertirse en Casa de la Cultura. El único elemento original de esta construcción es la fachada de piedra molinera de tres alturas que culmina en una espadaña de estilo barroco. En el nivel medio encontramos una típica ventana canaria coronada por el símbolo agustino del corazón atravesado por el dardo de la caridad, tallado en mármol blanco. A los lados, vemos otros dos relieves con alusiones a la virgen María y a San Agustín.