Salvar el hábitat de nuestros antepasados
Salvar el hábitat de nuestros antepasados es la idea que centró el origen de un proyecto educativo, que echó a andar en el CEO Manuel de Falla, un centro escolar de cerca de 500 alumnos, situado en la zona alta de La Orotava. Una iniciativa que quería inculcar en los alumnos el respeto hacia el medio natural, propiciar el estudio del entorno más cercano y, sobre todo, fomentar la conservación y recuperación de aquellos aspectos que integran la cultura rural. Hoy, si se observa en el tiempo el resultado de estas propuestas, se puede afirmar que los resultados han sido satisfactorios.