Capricho orotavense, opinión por Agapito de la Cruz
Los turistas, arremolinados en la Hijuela del Jardín Botánico de 1868, escuchaban ensimismados el relato de aquella historia de amor. El "Capricho" -la estatua con figura de mujer erigida en conmemoración del 5º Centenario de la Villa-, había sido obra de Manolo Ramos (Arucas 1898, La Orotava 1971) y poseía el sensual encanto propio de quien llevaba toda una vida rodeada de la frondosidad de aquel jardín ilustrado, que, a imitación del Jardín Botánico de La Orotava, o de otros en Açores y Madeira, cobijaba una abigarrada representación de la flora del Planeta.