El Ayuntamiento de La Orotava ha encargado la redacción del proyecto de rehabilitación de la Sala Francisco Álvarez Abrante (antiguo Cine Perdoma). El concejal de Infraestructuras, Narciso Pérez, explica que “el objetivo es llevar a cabo una rehabilitación de este espacio singular del barrio de La Perdoma, mejorando las condiciones del espacio escénico, seguridad y evacuación del recinto”.
“Los estudios que se llevarán a cabo permitirán tener un diagnóstico del edificio y poder adaptarlo a las necesidades de las sugerencias diferentes actividades que se desarrollan en este espacio”, incidió.
El alcalde Francisco Linares destaca la apuesta decidida del grupo de gobierno por la mejora de este singular espacio cultural del barrio de La Perdoma donde se cuenta con unos seis mil vecinos y existe una gran actividad lúdico-cultural. Aunque el Consistorio villero llevó a cabo trabajos de rehabilitación tras la adquisición del inmueble hace unos años, “creemos que ha llegado el momento de mejorar esta importante infraestructura cultural que es bastante utilizada por los propios vecinos y colectivos, apuntó”.
Esta sala tiene aforo para 300 personas. Actualmente es utilizada como local de ensayo de la Agrupación Folclórica Marzagay, el Grupo de Teatro "Teatruva" y Grupo de Teatro Infantil "Pampanillo".
El Cine Perdoma se inauguró el 25 de septiembre de 1965. Aquel momento revolucionó el barrio de La Perdoma, al contar con este importante proyecto lúdico-cultural que daba la oportunidad a muchos vecinos de este núcleo urbano de acceder de forma cómoda y cercana al cine y visionar las diversas y variopintas películas que se proyectaban. La inauguración se hizo con la película de Mario Moreno Cantinflas, “El Extra” y “Duelo de Sol”. En los años 70 del pasado siglo, se produjo alrededor de esta sala un importante flujo cultural. Según recuerda Francisco Álvarez Abrante, hijo del promotor de este inmueble que dio nombre al mismo, se programaban semanas de cine con proyecciones de películas especiales que contaban con importante afluencia de público. También, durante las fiestas del barrio, por aquel entonces, se programaron jornadas culturales, sumándose a la proyección de películas, la música y el teatro. De muchos otros eventos—cine, charlas, festivales, conciertos, mítines, conferencias, reuniones— son testigos las paredes de esta singular sala. Este espacio cerró sus puertas a finales de los 80, y posteriormente lo adquirió el Ayuntamiento de La Orotava para seguir desarrollando en el mismo diversas actividades culturales y sociales del barrio.