Se amplía el horario para facilitar el enrame.
En estas semanas se han realizado diversas obras de remozamiento y mejora en el Cementerio municipal de La Orotava al objeto de ofrecer las instalaciones en condiciones más óptimas para estas fechas en las que aumentan las visitas al mismo y son numerosos los vecinos que acuden a enramar a sus familiares.
El Ayuntamiento villero, a través del área de Servicios Generales que dirige Felipe David Benítez, ha invertido más de 15.000 euros, destinados sobre todo a la rehabilitación del pavimento de losa chasnera del patio principal, instalación de canalizaciones de alumbrado y aguas pluviales, así como de nuevos puntos de agua. También se han realizado obras de pintado en los distintos patios del camposanto. Pero a lo largo del año se hacen múltiples acciones de mantenimiento que rondan los 123.000 euros.
En estos días se amplía el horario del recinto para facilitar la visita y el enrame. Desde el sábado 29 de octubre y hasta el próximo miércoles 2 de noviembre, estará abierto desde las ocho de la mañana hasta las siete de la tarde. Pero como siempre, se aconseja a los ciudadanos aprovechar hasta el lunes 31 de octubre para el enrame y remozar nichos o panteones, pues el día 1 de noviembre no se puede ante la afluencia de público.
ACCESOS Y MISAS
La Concejalía de Cementerio al igual que en años anteriores se hace cargo de la ornamentación de la capilla del cementerio que recibe la visita de miles de fieles en estos días.
El edil responsable Luis Hernández señala que los accesos al cementerio se pueden hacer por dos lados, por la calle San Francisco y por la Urbanización Lercaro, recomendándose desde el Ayuntamiento esta última por las facilidades para el aparcamiento.
Las misas a celebrar en el cementerio municipal serán: el martes, día 1 de noviembre, a las 11:30 y 13:00 horas en la mañana, y a las 16:00 y 17:00 horas en la tarde, mientras que el miércoles día 2 se celebrarán a las 11:00 y a las 12:00 horas.
Las misas en el resto de templos del centro urbano se celebrarán de la siguiente forma: el lunes 31, a las 17:30 en el Calvario y 19:30 en La Concepción; el día 1, a las 9:00 horas en El Calvario-San Isidro; a las 12:00 horas en la Iglesia de La Concepción y a las 18:00 horas en San Agustín. Y el miércoles 2 de noviembre a las 8:30 y 19:30 horas, en La Concepción. En San Juan Bautista, el lunes 31 a las 19:30 horas; el martes 1, a las 8:30 y a las 12:00 horas. Mientras que el miércoles 2 de noviembre, en este templo, la Misa de Difuntos será a las 20:00 horas.
BIEN DE INTERÉS CULTURAL
El camposanto de La Orotava, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de monumento, posee más de 5.000 nichos de enterramiento y de restos, y cerca de un centenar de panteones y enterramientos en suelo. Anualmente recibe más de 80.000 visitas, pero en los próximos días (Día de Todos los Santos y los Difuntos) es cuando se recibe la mayor afluencia.
El Cementerio de La Orotava, inaugurado en julio de 1823, tiene la particularidad de haber sido diseñado por el conocido escultor orotavense y maestro de dibujo artístico Fernando Estévez, quien concibió la necrópolis al estilo romántico como un jardín. Hoy en día se conservan los panteones familiares de villeros notables como el del Marqués de la Quinta Roja o el de la familia Monteverde, entre otros. La capilla central atesora la puerta del santuario del Monasterio de las Claras de San José. Esta portada, que se trasladó íntegramente desde donde se ubicaba el citado monasterio (actualmente están las Casas Consistoriales), sufrió en los años 80 un lamentable incendio que aunque no la destruyó sí le dejó huellas. Esta capilla central también fue diseñada por el maestro Fernando Estévez y está realizada con cantería del país.
El camposanto municipal, al igual que en otros municipios, nació a raíz de la necesidad de buscar espacio para enterrar a los numerosos fallecidos, fruto del natural incremento de la población y de no encontrarse ya sitio en las iglesias de la Villa. Así las cosas, se convirtió en una apremiante necesidad por motivos higiénicos, al ser cada vez más frecuente el tener que cerrar los templos para someterlos a procesos de desinfección.
