En modo ámbar comienzan a funcionar por primera vez, desde ayer martes 18 de agosto, los semáforos en la Villa. Y estos comenzarán a funcionar con total normalidad a partir de la próxima semana. Por temas de seguridad, y para que los conductores y peatones se familiaricen con este nuevo sistema de control de tráfico, se ha considerado oportuno mantener el ámbar durante una semana y luego ya ponerlos en marcha con los colores de rojo y verde que regulan la circulación.
El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Medio Ambiente, Manuel Ángel Martín, valora que se trata de una tecnología de última generación que contribuirá también a un mayor ahorro energético pues el consumo es entre siete y diez veces menor que con la lámpara tradicional. Y también es de destacar que se mejora el 'efecto fantasma' frente a los semáforos de incandescencia.
Localización de los semáforos
Los semáforos se localizan en un total de siete cruces. Tres se localizan en la Avenida Obispo Benítez de Lugo (conocida por muchos como La Sidrota) en las intersecciones con las calles Calvario, El Tejar y Juan Guillen. Los otros tres se ubican en la Avenida Sor Soledad Cobián y en concreto con los cruces de Avenida José Antonio; La Milagrosa - Sargento Provisional; y el que se produce con la calle Cervantes (en la zona de Los Cuartos). El último semáforo está en la citada vía de Miguel Cervantes y calle General Varela.
Entre los trabajos realizados para su puesta en marcha destaca la instalación de reguladores de última generación, centralizados, y de elementos semafóricos como los propios semáforos, las columnas, y los báculos. Además, se llevó a cabo la instalación del cableado de alimentación, colores y tierra. Los semáforos han sido diseñados según las recomendaciones internacionales sobre esta materia, tanto en lo concerniente a la forma de las señales, como a los colores utilizados, diámetro en las lentes, distancia entre focos, y demás detalles complementarios. Por tanto, utilizarán la tecnología de led, que permitirá, por un lado, aumentar la seguridad vial al ser mejor la visibilidad frente a los tradicionales, y, por otro lado, disminuir considerablemente el consumo energético. Los báculos semafóricos serán de acero y tendrán una altura de 6 metros, con un brazo saliente de 3´5 metros.
Este proyecto de incrementar la seguridad vial en el centro urbano de La Orotava ha supuesto una inversión de 250.000 euros, a sufragar con el Fondo de Inversión Local, por lo que también ha permitido contratar a doce desempleados del municipio.