El alcalde Francisco Linares ha recibido en estos días a los herederos de la familia de Lucio Polo, quienes demuestran con escrituras y documentación que los 32.000 metros cuadrados que rodean a las Cuevas de Bencomo son legítimamente de su propiedad. Por tal motivo, Linares les instó a presentar esta documentación por el Registro General del Ayuntamiento “para poder iniciar cuanto antes las negociaciones para la compra y también para que se puedan realizar los trámites jurídicos y burocráticos necesarios”. Se trataría de una parcela, entre 7.000 y 10.000 metros cuadrados, aproximadamente, de la zona de las cuevas y para el acceso a las mismas.
Linares apunta que ya se ha celebrado la primera reunión de trabajo, y que se continuará con los encuentros una vez presenten toda la documentación y se verifique que todo es correcto por parte de los técnicos municipales y equipo jurídico. “Una vez todo esté comprobado—incidió—iniciaremos el proceso de adquisición de los terrenos, con el compromiso que se ha adquirido con la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, para su recuperación, rehabilitación y la puesta en marcha del Centro de Interpretación de este emblemático espacio”.
El alcalde valora la predisposición de los herederos y propietarios de la finca “para colaborar y hacer más fácil este proceso, que nos permitirá adquirir las cuevas y la parcela para el acceso, lo antes posible, y así recuperar este importante espacio para la comarca, y para Canarias, que forma parte de nuestra historia y patrimonio”. En este sentido destaca que en la Cueva de Bencomo—Bien de Interés Cultural desde hace tres décadas—se hacen minuciosos trabajos de limpieza para su conservación y protección, además de rigurosas excavaciones arqueológicas que permitan descubrir más sobre la misma. A la par que, como ya se ha anunciado, en la parte baja del inmueble del Mirador de Humboldt se ubicará el Centro de Interpretación de la Cueva de Bencomo.
La intención del Gobierno de Canarias y del Ayuntamiento de La Orotava es recuperar este tesoro arqueológico, morada del rey guanche de Taoro, y desarrollar un proyecto para convertirlo en el primer museo de sitio de Tenerife.