El consejero insular de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Efraín Medina, inauguró en la mañana del pasado viernes, 16 de abril, la nueva tienda del Museo de Artesanía Iberoamericana que se encuentra situado en el municipio de La Orotava. El acto contó además con la asistencia del teniente de Alcalde del municipio, Francisco Linares, la concejal de Museos del municipio, así como del gerente de la Empresa Insular de Artesanía, Ricardo Cólogan.
En el transcurso del acto, Efraín Medina señaló que "este nuevo espacio constituye un atractivo más tanto para turistas como para el resto de ciudadanos de esta tierra que visitan el Museo interesados en conocer la artesanía de España y América". Se trata de un espacio para la promoción de estos elementos elaborados de forma artesanal y que por sí mismos representan el arte del trabajo manual, realizado con minuciosidad y esmero.
Esta iniciativa se enmarca en el plan acción promocional que promueve el área de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo para potenciar la actividad del Museo y que se suma a la apertura de las nuevas salas de conferencias, y de una nueva propuesta de visita al museo y la ciudad, integrada en la nueva área que se destinará al centro de visitantes del MAIT (Museo de Artesanía Iberoamericana de Tenerife) y que servirá como antesala a la visita al museo y a la integración de éste en la propuesta cultural que ofrece el municipio de La Orotava. "Con todas estas acciones tratamos de convertir este centro en referente de la artesanía de España y América", recuerda el consejero insular.
Curso de iniciación a la roseta
Del mismo modo en el transcurso de la visita del consejero insular al Museo se procedió a la inauguración del curso de iniciación a la roseta que se llevará a cabo en estas mismas instalaciones. Este curso tendrá una duración de tres meses con la participación de 30 alumnos. Se trata de una actividad incluida en el Plan Insular de Artesanía del Cabildo como medida para conservar este oficio en riesgo de desaparición.
Las rosetras, han sido y son una de las labores de aguja más representativas del Archipiélago Canario, con especial desarrollo en Tenerife y Lanzarote. Descendientes directas de los trabajos de deshilado - calados - y que representan la única aportación genuinamente española a la amplia variedad de encajes realizados en Occidente.
Los trabajos con rosetas perviven en Tenerife de forma residual en Arona y Vilaflor, mientras que han desaparecido en la zona norte, donde esta labor era muy practicada. En Lanzarote las siguen elaborando aunque de forma minoritaria, y en Fuerteventura y en Gran Canaria se han extinguido. Las emigrantes canarias las llevaron a muchos países de América, Asia y Europa donde se siguen ejecutando y reciben diferentes nombres.