Una inversión pública de 4,5 millones de euros será aportada a la Cooperativa Agrícola de Benijos, el recinto inaugurado en mayo de 2003 en la zona de medianías de La Orotava. El anuncio lo formuló ayer en la Villa el consejero insular de Agricultura, José Joaquín Bethencourt, en una comparecencia en la que estuvo acompañado por su homólogo en el Ayuntamiento, Domingo Acosta, y el presidente de dicho colectivo agrario, Octavio Dóniz.
Bethencourt explicó que mañana el pleno del Cabildo abordará su propuesta para crear la entidad insular para el desarrollo agrícola, ganadero y pesquero de Tenerife y, tras su puesta en marcha, probablemente, tras el verano, la primera medida será adquirir las instalaciones de Benijos dedicadas a la gestión y comercialización de las producciones de papas, para que funcionen de igual que las Bodegas Insulares, las queserías o la granja láctea Teisol, apuntó.
Alto nivel de endeudamiento
El futuro organismo insular, explicó el consejero, nace con el fin de crear sinergias y desarrollar una línea sólida de gestión en todas las empresas insulares de carácter público vinculadas al sector primario. De ahí que el Cabildo de Tenerife haya considerado que, ante el alto nivel de endeudamiento que posee hoy esta cooperativa, argumentó Bethencourt, que podría incluso poner en riesgo su supervivencia y dar al traste con todas las expectativas del sector en el Valle, resulta una obligación apuntalar esta actividad.
Con un total de 703 socios, de los que más de 250 tienen dedicación exclusiva al sector agrario, la Cooperativa de Benijos posee hoy una deuda cifrada, precisamente, en 4,5 millones de euros. Para ilustrar la delicada situación económica que atraviesa la entidad, Octavio Dóniz señaló que en el último lustro ha desembolsado 2,2 millones de euros sólo en el pago de intereses por los créditos solicitados a los bancos. De igual modo, desde hace algo más de tiempo, la Cooperativa abona por este mismo concepto a las entidades crediticias 30.000 euros al mes. Sin embargo, pese a este panorama, Dóniz subrayó que hasta la fecha a los agricultores no se les debe nada por las campañas de la papa de años anteriores.
Las malas cosechas y la coyuntura de comercialización fueron las razones esgrimidas ayer para explicar este endeudamiento. Así, Octavio Dóniz argumentó que este año, por ejemplo, se ha perdido el 50% de la producción de papas en el Valle como consecuencia de los vientos y las lluvias torrenciales. Frente a una producción de seis millones de kilos de papas en 2009, este año apenas se alcanza el millón de kilos, de los que sólo un 5% se corresponde con la denominada papa de color.
Fuente: Diario de Avisos