Desde el aire, tomando el cielo como referencia, la perspectiva integral de lo que vemos facilita una mejor comprensión de las cosas. Los retratos inmortalizados desde helicópteros o aviones han dejado paso a una auténtica revolución en la concepción de la tecnología aérea y audiovisual.
Los ojos que avisan desde las alturas tienen en La Orotava una pista de despegue única en la isla: Airmedia 360. Dos emprendedores, Francisco Salazar y Javier Gil, fusionaron hace casi un año sus conocimientos en imágenes y en vuelos de radio control para realizar servicios profesionales de fotografía y vídeos desde el aire, a través de planeos no tripulados que tienen como protagonista a los curiosos octocópteros.
Se trata de una especie de helicóptero comandado desde la tierra que utiliza ocho rotores a los que se les ha dotado de una tecnología de última generación donde priman los elementos de navegación y estabilización. Con aspecto de arañas futuristas, disponen de una montura de cámara con posibilidad de girar 360 grados. Con una alta dosis de destreza y maña son controlados por dos personas, un piloto y un cámara, con manejo total y absoluto del equipo fotográfico y del dispositivo de vídeo.
Ver una maratón desde otra óptica o visualizar desde un panorama global los edificios de una ciudad es totalmente posibles gracias a la capacidad de operatividad de estos ojos voladores. Francisco Salazar, con tan sólo 21 años, cuenta la cantidad de trabajos y curiosidades que sus clientes le han solicitado. “Loro Parque, empresas de construcción y algunos ayuntamientos nos han pedido que grabemos y fotografiemos desde el cielo. Se pueden descubrir cosas increíbles. Incluso, en Lanzarote conseguimos levantar el octocóptero con vientos que superaban los 70 kilómetros”, asegura.
Como cualquier flota que se precie, cuentan con dos equipos operativos y otro en camino, y cada vuelo tiene como capacidad de extensión máxima unos dos kilómetros. Como límite tiene un tiempo de hasta 18 minutos por batería.
La seguridad
Una cuestión fundamental y de obligada atención para los recorridos en el aire es la seguridad. “Sin duda, es lo más importante ya que volamos sobre personas, coches y casas. Por eso, tenemos el seguro de responsabilidad civil y demás documentos de acreditación. El aparato tiene toda la electrónica por duplicado dado que si falla alguno de los elementos conserva la garantía del otro. En el caso de avería aterriza desde donde despegó de forma autónoma”, sostiene.
Una de las claves del éxito de estos artefactos es su composición y su alto grado de maleabilidad. Fabricados en fibra de carbono, se convierten en elementos ligeros y con poca vibración, teniendo en cuenta que miden un metro de envergadura que hace posible óptima manejabilidad.
A partir de ahora, los octocópteros se apoderan del cielo del Norte de Tenerife. No se trata de la invasión de las máquinas, pero si alguien levanta la mirada hacia las estrellas y otea formas extrañas, que no se asuste, probablemente sean los vuelos de Airmedia 360.
Fuente: Diario de Avisos. Luis Febles
Fotografía: Moisés Pérez