El Liceo de Taoro acoge el próximo jueves, 11 de junio, la celebración de la XXXII edición del Concurso de Vinos "Villa de La Orotava" que tiene carácter insular. En esta trigésimo segunda edición se espera contar con una treinta bodegas de las diferentes comarcas de Tenerife con más de 60 muestras.
Se contará con la participación de 25 catadores en representación de los diferentes sectores: técnicos, enólogos, bodegueros, representantes de vinotecas, consumidores y especialistas en análisis sensorial. Los tipos de caldos que participan en este certamen son exclusivamente tintos de las denominaciones de origen de Tenerife y se cuenta con las categorías de tintos de maceración carbónica; jóvenes, nobles barrica y sin barrica. Se premiarán los caldos y cosecheros tradicionales.
El encuentro tendrá lugar el próximo jueves 11 de junio, día de la Infraoctava de Corpus Christi, a partir de las 10:30 horas en el salón principal del Liceo de Taoro. Las catas tienen lugar días previos en este mismo lugar, y dentro del marco de las fiestas patronales.
También se realizarán degustaciones de los productos típicos de la tierra y habrá exposición de productos fitosanitarios, vinculados al cultivo de la vid.
Los miembros de la Comisión Organizadora son representantes de los Consejos Reguladores de las distintas D.O, personal de la Cámara Agraria del Cabildo Insular en la Villa de La Orotava, enólogos y miembros de la Sociedad Liceo de Taoro.
Este evento de promoción de los caldos pretende mantener y desarrollar su arraigo entre los bodegueros y cosecheros de la comarca y su interrelación con otros dentro de ámbito insular. Es un acto que muy atractivo y que cuenta con la asistencia de numeroso público.
HISTORIA
El Concurso de Vinos Villa de La Orotava nació en junio de 1984, fruto del esfuerzo y la inquietud de algunos técnicos en agricultura por mejorar la calidad de los caldos del Valle de La Orotava. Como máximos impulsores están Antonio Hernández Sánchez y Julián Albertos, pero también ha sido esencial el trabajo de otros como Manolo Grillo, Juan Gómez, José A. Aguado. Para ello se contó con la colaboración del Servicio de Extensión Agraria, Cámara Agraria Loca, Caja de Ahorros de Canarias y la Sociedad Liceo de Taoro.
En una primera etapa 1984-1994 participan, de media, cerca de un centenar de muestras de vinos a granel de los distintos cosecheros-bodegueros del término municipal de la Villa. Las muestras se entregaban en la sede de la Cámara Agraria en botellones de tres litros justo la tarde-noche antes del Concurso, el jueves de Infraoctava del Corpus Christi. En cuanto a los catadores, éstos eran un grupo de conocidos "bebedores" con cierto prestigio dentro del pueblo, sin conocimientos técnicos pero, sin embargo, eran perfectos conocedores de los vinos de La Orotava. Estos años fueron, a pesar de todo, importantes para los viticultores. Se abrió la puerta de la inquietud y el afán por mejorar. Se estudiaron y aplicaron con el fin de progresar las distintas técnicas de elaboración. La comida de confraternidad que se celebraba después del evento, era el núcleo para debatir e intercambiar todo tipo de experiencias y pasar un buen rato entre amigos.
La segunda etapa 1995-2006 surge como consecuencia del nacimiento de la Denominación de Origen Valle de La Orotava. En este momento los vinos toman un nuevo protagonismo y la semilla de la inquietud sembrada en el año 1984 comienza a dar sus frutos. El Liceo de Taoro sigue apostando por los caldos del Valle. Alcanza acuerdos con el nuevo Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valle de La Orotava, y éste se hará cargo en lo sucesivo de todos los aspectos técnicos del concurso. Así pues, en el año 1995, ya participan todas las bodegas del municipio, en aquel entonces apenas media docena. El concurso tenía en ese momento un ámbito exclusivamente local. Los caldos de la Villa empiezan a tener renombre, ganan premios a nivel nacional e internacional.
Una tercera etapa va de 2007 hasta la actualidad. Tras la desaparición de los comités de cata de los Consejos Reguladores de Canarias, asume todas las funciones técnicas el ICCA (Instituto canario de Calidad Agroalimentaria), al amparo de la Ley del Vino de 2003. Este hecho hace que el departamento técnico del C. R. Valle de La Orotava se quede reducido al mínimo, y por ello no se hace cargo de los aspectos técnicos del concurso. Por ello, en 2007, el Liceo de Taoro nombra un director técnico, Juan Enrique De Luis Bravo, y le asigna la puesta en marcha y la mejora del evento. En ese mismo año ya participan todas las bodegas con Denominación de Origen del término municipal y más de cuarenta muestras de los cosecheros.
Los resultados llegan pronto, en la edición XXV y XXVI edición, el concurso pasa a ser oficialmente reconocido por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente El ámbito se amplía primero a toda la comarca vitivinícola del Valle de La Orotava, y luego, desde la edición del 2009, participan todos los vinos tintos de Tenerife. Se crea un comité de cata formado por catadores de los diferentes Consejos de la isla así como especialistas en análisis sensorial de distinta ramas.