El alcalde de la Villa, Isaac Valencia Domínguez, mantuvo a mediados de la presente semana un encuentro con el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, para solicitarle que impulse lo antes posible la tercera fase del proyecto de acondicionamiento y mejora de la TF-21, La Orotava-Aguamansa, ya que en breve se culminará con la segunda fase. "La obra en general -- manifiesta el mandatario municipal-- está quedando muy bien, pero hay que darle continuidad para que en pocos años disfrutemos de una vía cómoda y segura para la circulación vial y peatonal". Valencia expresa su satisfacción por la respuesta del representante de la institución insular, quien se ha comprometido a tratar el tema con la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias "con el objeto de aunar esfuerzos y sacar adelante esta actuación a lo largo del presente año". En este sentido, Isaac Valencia recuerda que por esta carretera "no sólo circulan y pasean muchos ciudadanos del municipio y vecinos de la zona alta, sino que además pasan diariamente por ella miles de turistas que se dirigen al Parque Nacional del Teide, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, y este motivo debe de incidir también para que se tenga una vía en adecuadas condiciones y que permita disfrutar del paisaje de las medianías".
Por tanto, ahora más que nunca debemos trabajar conjuntamente las administraciones públicas para que las obras continúen. "La tercera fase -- explica -- podría comenzar donde culmina la segunda, cerca del kilómetro 13, aproximadamente, y abarcar dos kilómetros de longitud, por lo que podría sobrepasar el barrio de Camino Chasna (en dirección hacia el centro urbano).
SEGUNDA FASE
Los trabajos de la segunda fase del proyecto de ampliación y mejora de esta carretera TF-21 (La Orotava-Aguamansa) "marchan a muy ritmo y se culminarán completamente en el próximo mes de marzo", anuncia el alcalde Isaac Valencia tras visitar también en estos días las obras. A lo largo de la vía ya se están colocando las farolas, las marquesinas y ultimando detalles como la canalización de las aguas pluviales.
Valencia recuerda que esta actuación comienza, concretamente, en el barrio de Aguamansa, a la altura de la Piscifactoría, y se prolonga unos dos kilómetros en dirección hacia el centro urbano del municipio, ya que es la parte de la carretera que se encontraba en peor estado, y en la que se hacía más necesario actuar.
El proyecto de la segunda fase que se ejecuta actualmente, se adjudicó en abril de 2007 a la empresa Fomento Construcciones y Contrata (FCC), y el presupuesto supera los 4´5 millones de euros.
PROYECTO GLOBAL
Previamente a esta acción, ya se había desarrollado el primer tramo que se ejecutó entre El Recodo y el cruce del Camino El Sauce con Camino La Sierra. En este primer tramo, que ejecutó entre 2003 y 2006 la empresa Fomento Construcciones y Contratas (FCC), se invirtieron más de 6.500.000 euros.
Desde este punto del Camino El Sauce hasta Barroso -- área intermedia de más de 2´5 kilómetros-- también se actuó más atrás con la mejora del firme y el acondicionamiento de cunetas y zonas verdes. Esta obra la llevó a cabo el Área de Carreteras del Cabildo de Tenerife, por petición del Consistorio orotavense. Esta intervención, que supuso una inversión de 192.000 euros, se hizo también muy necesaria por el mal estado de la calzada en esta zona.
La inversión global del proyecto de ampliación y adecuación de la Carretera TF-21 entre El Recodo y la Piscifactoría de Aguamansa se estima en más de 24 millones de euros. La obra integral comenzó en 2003, y es respalda económicamente por el Gobierno de Canarias, además de contar con las colaboraciones del Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento villero.
La iniciativa persigue mejorar la seguridad en toda la carretera por la que circulan diariamente numerosos vehículos y peatones, por lo que entre otras cosas se pretende hacer un trazado más rectilíneo mediante la supresión de unas 55 curvas. También se amplían los dos carriles; se crean cinco rotondas para distribuir mejor el tráfico en puntos conflictivos y de acceso a otros barrios; se habilitan ramblas y arcenes y se incluyen otros elementos como un puente, un paso inferior, un mirador y siete intersecciones con carril intermedio de espera.
Por otro lado, se levantan muros de contención en piedra natural, que a la par de su función protectora, minimizan el impacto sobre el paisaje de la zona. Y por razones imperantes de seguridad vial desaparecen algunos árboles, aunque la mayoría se conservan. Así una vez que concluya la actuación se habrán plantado 730 árboles nuevos y se trasplantan unos 110.
Asimismo, el proyecto incluye la instalación del alumbrado en toda la vía, y la adecuación del sistema de drenaje transversal para favorecer la evacuación de las aguas pluviales y evitar la inundación de la calzada. A la par que se contempla la mejora de los numerosos accesos y cruces de caminos anexos a la vía, dado que carecen de las condiciones mínimas de seguridad y suponen un peligro para los peatones y el tráfico rodado.