Los alcaldes de Puerto de la Cruz y La Orotava, Lola Padrón (PSOE) e Isaac Valencia (CC), respectivamente, están decididos a reactivar la histórica Mancomunidad de Municipios del Valle de La Orotava porque piensan que ahora puede reportar grandes beneficios y ventajas a los cuatro municipios de esta comarca natural. Esta es una de las principales conclusiones de la reunión que mantuvieron el viernes pasado ambos mandatarios, con el fin de abordar temas comunes y establecer acuerdos de colaboración entre los dos ayuntamientos vecinos.
A pesar de sus diferencias ideológicas, Isaac Valencia y Lola Padrón mostraron gran sintonía durante el encuentro y coincidieron en el análisis de los principales asuntos de interés general para la comarca. Sobre todo, subrayaron el valor estratégico que tienen para el Valle y para todo el Norte, determinadas actuaciones en previsión como el puerto deportivo-pesquero portuense, con línea de pasajeros con La Palma, o la implantación de una universidad privada en la Villa.
El alcalde orotavense había expresado públicamente durante la inauguración de la última Feria de Pinolere, su voluntad de ayudar a la reactivación del Puerto de la Cruz, "porque es una prioridad para todo el Norte". La alcaldesa de la ciudad turística, presente en aquel acto, justo en el inicio del mandato, aceptó "encantada" ese ofrecimiento de su colega y amigo "porque el futuro de esta comarca depende de la búsqueda de fórmulas más eficaces de cooperación entre los pueblos".
En ese ambiente de colaboración y cordialidad, los dos dirigentes acordaron emprender una serie de contactos bilaterales "entre dos municipios cercanos que están condenados a entenderse". En el primero de estos contactos, el viernes pasado, decidieron convocar una reunión próximamente junto con los alcaldes de Los Realejos y Santa Ursula, Oswaldo Amaro (CC) y Ricardo García (AISU-CC), para sentar las bases de la reactivación de la Mancomunidad de Valle, que permanece estancada desde hace varios años.
Tanto Padrón como Valencia estiman que ahora la situación de la comarca es más propicia para reimpulsar la Mancomunidad "y hay más voluntad política", pues existe una serie de asuntos y problemas que son comunes e interesan a los cuatro municipios. "Nos vendría bien, por puro sentido práctico -recalcaron-, contar con un instrumento que permita mejorar diversos servicios para los 120.000 ciudadanos del Valle y ahorrar costes a los ayuntamientos".
Valencia y Padrón destacaron, por ejemplo, el importante papel que puede desempeñar esta Mancomunidad en el desarrollo y gestión del ciclo integral del agua del Valle de La Orotava, el sistema comarcal de saneamiento, reciclaje y depuración de aguas que se encuentra en fase final de instalación, dentro de un ambicioso proyecto financiado por la administración central.
Los servicios de limpieza pública, el transporte público de pasajeros, la promoción turística exterior y hasta la creación de una perrera comarcal, pueden ser otros de los posibles contenidos que se incorporen a la Mancomunidad, cuyo actual presidente es Isaac Valencia. Según anunciaron tras la reunión del viernes, el primer paso a dar en las próximas semanas será proponer a los cuatro ayuntamientos que estudien la actualización de los estatutos de la entidad, para luego aprobarlos en los respectivos plenos corporativos.
La Mancomunidad del Valle de La Orotava, primera de las creadas en la isla de Tenerife, fue constituida en 1967 por los ayuntamientos de La Orotava, Puerto de la Cruz y Los Realejos. Con posterioridad se adhirió Santa Úrsula. En principio sólo se mancomunaron los servicios de Parque de Bomberos y la Casa de Socorro, que luego fueron asumidos por el Cabildo de Tenerife y el Servicio Canario de Salud (SCS), respectivamente. Aunque sus competencias eran muchos más amplias, este traspaso arrastró a la entidad a un periodo de crisis e inactividad. El Ayuntamiento de Los Realejos abandonó en 1984 la Mancomunidad al considerar que estaba "vacía de contenidos" y "desfasada", aunque se reincorporó de nuevo en 2001. Desde entonces se han producido leves intentos de reactivación que no han fructificado por falta de consenso y voluntad política. Ahora Lola Padrón e Isaac Valencia han dado el primer paso para sacarla del olvido.