La Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de La Orotava resuelve a través de la mediación al menos la mitad de las reclamaciones que registra, según los datos de la memoria de 2010. Durante el año pasado recibió un total de 791 quejas, 390 de las cuales (49,30%) acabaron con un acuerdo entre el reclamante y el reclamado, mientras que las restantes 401 (50,7%) se encuentran en trámite.
La telefonía continúa encabezando el listado de reclamaciones con un total de 267, seguido por la contratación de viajes (85), los electrodomésticos (63), entidades bancarias (62), vehículos (60), energía (52), seguros (29), productos textiles (21) y sanidad (13). A ellas se suman 139 quejas pertenecientes a otros ámbitos. La OMIC del Ayuntamiento de La Orotava atendió más consultas en 2010 que en 2009, si bien las que dieron origen a reclamaciones fueron algunas menos. La explicación reside en que no se produjo ninguna reacción masiva como la del ejercicio anterior, motivada por los problemas que produjeron los cortes eléctricos insulares. Dicha ausencia de reclamaciones masiva da a entender, según la concejala de Sanidad y Consumo, Olivia Fariña Pérez, que "el consumidor reconoce el servicio, lo utiliza y reclama convencido de estar en su derecho". Según la edil, "la madurez del usuario se pone de manifiesto cuando la reclamación o consulta parte de sí mismo".
Otro de los aspectos que destacan los técnicos de la OMIC es el incremento del número de vecinos que solicitan un asesoramiento previo a realizar una compra o contratar un servicio, un actitud que les permite conocer de antemano cuáles son sus derechos.
La memoria de la OMIC subraya, asimismo, el hecho de que los vecinos presenten reclamaciones directamente en los establecimientos mediante los impresos distribuidos al efecto por el Gobierno de Canarias, "un indicativo de que el consumidor o usuario actúa por sí mismo conociendo sus derechos y exigiéndolos" en opinión de Olivia Fariña.
Las cifras muestran, asimismo, un incremento de las solicitudes de información por parte de los empresarios, un servicio gratuito que también ofrece la OMIC y que acaba por beneficiar a los consumidores, toda vez que en no pocas ocasiones los establecimientos actúan de forma incorrecta por el desconocimiento de las normas vigentes.
Otra de las funciones de la OMIC, en la que abundó durante 2010, es orientar a los ciudadanos en la tramitación de las reclamaciones ante organismos supramunicipales, tales pueden ser los casos del Defensor del Cliente en el caso de las entidades bancarias o el Defensor del Asegurado en el caso de las compañías aseguradoras. Dichas reclamaciones son imprescindibles para dirigirse posteriormente al Banco de España o a la Dirección General de Seguros.
Los técnicos de la OMIC también asesoran a los vecinos en la presentación de escritos de revocación, alegaciones o reposición ante organismos como el Consorcio de Tributos o el Diputado del Común, e incluso a la hora de presentar papeletas de demanda de juicio verbal en el caso de que las cantidades a reclamar sean inferiores a 902 euros.
La Oficina, asimismo, actúa de motu proprio cuando detecta o es informada de cualquier situación presuntamente fraudulenta o que pudiera entrañar un riesgo para la salud y seguridad de consumidores y usuarios. Tales circunstancias se dan a conocer de forma inmediata a través de los agentes sociales, como la Policía Local, las unidades de Trabajo Social, el Centro de Mayores o las asociaciones de vecinos.
La concejala Olivia Fariña Pérez considera que en la mayor concienciación de los vecinos sobre sus derechos y la posibilidad de reclamar su estricto cumplimiento a través de la OMIC, así como en la mayor preocupación de las empresas por todo lo que tenga que ver con tales derechos, han tenido mucho que ver las campañas que se han puesto en marcha en los últimos años, de forma que "se ha incrementado el pensamiento crítico de los consumidores y usuarios".
Entre dichas campañas destacan las que se han llevado a cabo en los centros escolares de la Villa y en fechas señaladas donde se registra un mayor consumo, como el verano o la Navidad.