La Orotava acoge las Jornadas de Heráldica de Canarias

21/04/2016

El Municipio de La Orotava, y en concreto el Salón Noble de la Casa Consistorial, acoge los próximos días 22 y 23 las Jornadas de Heráldica de Canarias, organizadas por la Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias (SEGEHECA) en colaboración con el Ayuntamiento villero.

El presidente de esta Sociedad, Fernando Rossi, subraya que se ha elegido la Villa como sede de estas relevantes jornadas “por sus características históricas, sociales y culturales; y donde la heráldica tiene notable importancia”.

Se contará con profesionales en la materia como Armad de Fluvià i Escorsa, Presidente de la Corporación Catalana de Genealogía y Heráldica y el jurista, Alfonso Soriano Benítez de Lugo. También con historiadores y expertos en masonería como Zebensui León Trujillo; José Rodríguez Maza y Pedro Torres Ramos.
Las ponencias versarán, básicamente, sobre la heráldica municipal, aunque se tratarán otros temas de interés en este ámbito. Tras la inauguración a las 19:30 horas a cargo de representantes de la SEGEHECA y del alcalde de La Orotava Francisco Linares, arrancarán las jornadas con la conferencia de Armad de Fluvià i Escorsa analizando la regulación heráldica del blasonado de los escudos municipales en Cataluña en sus distintas categorías, que representan una aplicación pura de las leyes de la heráldica, por lo que, paradójicamente, constituye un caso singular, aunque ya no el único. A continuación se dedicará especial atención a la figura del heraldista, recordando a Francisco Fernández de Béthencourt de cuyo fallecimiento se cumplen 100 años, canario que al mismo tiempo ocupó sillón en las Reales Academias de la Lengua y de la Historia. Esta charla estará a cargo de Alfonso Soriano.

La jornada del sábado comenzará a las 10:30 horas con el análisis por parte de Zebensui León Trujillo, José Rodríguez Maza y Pedro Torres Ramos del escudo de armas de la Villa de La Orotava que, habiendo sido concedido al municipio por Alfonso XIII en 1905, tiene tras de sí un largo proceso por intentar recuperar un supuesto blasón anterior. En la conferencia expondrán si es posible que la simbología que contiene esté vinculada al importante peso de la masonería en La Orotava.

Haciendo un recorrido por la heráldica municipal canaria, Rubén López Sánchez, reconocido heraldista de las Palmas de Gran Canaria tratará el tema de los muebles y elementos más comunes de cuantos cargan los escudos concejiles en Canarias.
Con una mesa redonda bajo el título “El periodismo y la heráldica”, que contará con los propios conferenciantes y el periodista Pedro Hernández Murillo, se clausurarán estas jornadas de Heráldica.

Canarias, y en concreto Arona en Tenerife, cuenta desde hace varios años con unas jornadas especializadas en genealogía, que se complementan con las que se celebran en el municipio de Agulo, pero hasta la fecha se carecía de un foro especializado en la heráldica, pese a la existencia de numerosos especialistas, investigadores y estudiosos de la materia, ya sea de forma directa o como ciencia complementaria o auxiliar de la propia Historia. Por todo ello, Fernando Rossi resalta el valor de este singular evento cultural y agradece al Ayuntamiento villero su máxima predisposición para acoger estas jornadas, sin descartarse que tengan continuidad en el tiempo en esta localidad.

El alcalde Francisco Linares asegura que “es todo un orgullo para la Villa que la Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias haya elegido esta localidad norteña como sede de tan prestigiosas jornadas, que de seguro serán todo un éxito y van a contribuir en aportar más e interesante información sobre la heráldica”. En esta línea apuntó que desde la institución local se apoyará esta iniciativa y se apuesta también por su continuidad si así se estima por la Sociedad. Este fin de semana La Orotava vuelve a convertirse en capital de la cultura, pues a estas jornadas sobre heráldica se suman las múltiples actividades con motivo del Día del Libro.

HERÁLDICA
La heráldica, tal y como lo conocemos hoy, tiene su origen, entre los siglos XI y XII, en plena Edad Media, dentro del ámbito puramente militar. Rápidamente adoptado por el estamento religioso, que no tardó mucho en llegar al ámbito de los gremios, las corporaciones, villas, ciudades y otros territorios; distinguiéndose unos de otros por un conjunto de códigos claramente diferenciadores, que hoy en día constituyen un sistema de comunicación con el que podemos conocer parte de la historia de sus titulares y de los territorios en los que han estado implantados.

La propia heráldica es, hoy, centro de discusión sobre si su posesión es un derecho universal y, por lo tanto, su adopción, o si debe de restringirse su uso a un limitado reducto humano y corporativo.

Al igual que todo lo que tiene que ver con las creaciones humanas, la heráldica ha sido, como la propia ciencia genealógica, centro de maquinaciones con la intención de obtener una “pureza” que fuera puerta o soporte de privilegios o prebendas, por lo que no es raro encontrarnos con alusiones a la pérdida del documento que sustentaría el derecho a poseer escudo de armas en una época en la que, se supone, tal derecho venía fundamentado en una concesión Real.

Si bien en Europa los distintos núcleos poblacionales adoptaron con rapidez unas armas que los distinguiera de los demás, diferenciando su calidad o condición además al timbrarlas con la corona mural correspondiente. En España se ha producido un largo proceso que se inicia a mediados del S.XIX con una recopilación de los sellos usados por los distintos Ayuntamientos y continúa a lo largo del S.XX con distintas normas que conminaban a las corporaciones municipales a solicitar la adopción de escudo propio; proceso que aún hoy continúa con nuevas adopciones o modificaciones de las existentes, sustentadas en muy variadas normas autonómicas, que obligan en unos casos e impiden en otros la aplicación correcta de las leyes o convenciones heráldicas, que en el caso de la inmensa mayoría del actual territorio español, incluido Canarias, impide el uso de determinados elementos distintivos, al hacer una interpretación ideológica y nada heráldica de su significado.

La heráldica es, pues, como ciencia auxiliar de la historia, un elemento fundamental para analizar el comportamiento y la evolución de un núcleo social, un estamento o una población a lo largo de la historia, desde su implantación en un territorio hasta la actualidad.

Por todo ello, y la propia curiosidad que despiertan los escudos en sí, con su carga de leyenda y aventura, ha tenido como consecuencia la existencia de una vasta historiografía e inmensidad de estudiosos, cuya labor no termina en la explicación más o menos extensa del origen de un blasón determinado, sino que nos muestran, con su intermediación, numerosos elementos, matices y datos históricos que se encierran y se nos transmiten por su interposición.