El Salón de Sesiones del Ayuntamiento de La Orotava acogió este mediodía la presentación a la prensa del documental 'El aluvión de 1826', el primer trabajo audiovisual que se realiza sobre la mayor catástrofe acaecida en los últimos siglos en el Archipiélago, que se cebó en la isla de Tenerife, pero especialmente en el Valle de La Orotava. Dicho documental, que se proyectará esta misma tarde en el mismo escenario y en las próximas semanas en otros municipios de la isla, supone, al mismo tiempo, saldar una deuda con la historia, toda vez que tal acontecimiento prácticamente se ha borrado de la memoria de las islas.
José Luis Hernández, miembro de la Asociación Canaria de Meteorología (ACANMET) y realizador del documental, que ha contado con el apoyo del Ayuntamiento villero, fue el encargado de presentarlo junto al primer teniente de alcalde y concejal de Educación, Cultura y Deportes, Francisco Linares. Hernández reconoció que él mismo desconocía la existencia de tal temporal hasta hace cinco años, y desde ese momento comenzó a recopilar datos que aparecen en los libros, pero que jamás nadie ha reconstruido. Según el realizador, la tormenta de la que hoy se cumplen 185 años fue un ciclón tropical excepcional que afectó especialmente al Valle de La Orotava y dejó en la isla, según las crónicas de la época, entre 500 y 1.000 muertos, además de cambiar el paisaje de la isla, destruir las infraestructuras y modificar totalmente la estructura económica. Añadió que, a pesar de dicha excepcionalidad, puede repetirse, y a punto estuvo de ocurrir en 1995 con el Delta.
Mientras, Francisco Linares, además de destacar la labor de investigación de José Luis Hernández, subrayó que la configuración que hoy en día conocemos del Valle es la que dejó el temporal. Añadió que a este trabajo se pueden sumar otros, como es el caso de un libro, y dijo que el Ayuntamiento se está planteando crear algún tipo de recordatorio de aquel hecho y de las víctimas.
Los hechos
Los hechos a los que hace referencia el documental, de 50 minutos de duración, se remontan a la noche del 7 al 8 de noviembre de 1826. Resultaría imposible imaginar con exactitud el escenario que dejo tras de sí aquel terrible temporal sin leer con atención las crónicas de los ilustres testigos que detallaron no sólo las consecuencias directas, sino que aportaron al mismo tiempo escalofriantes relatos en primera persona donde expusieron sus más profundos sentimientos de impotencia y desconsuelo ante las crueles imágenes que pudieron contemplar.
Entre ellos figuran personajes de la talla de Sabino Berthelot, antropólogo y naturalista francés afincado en la isla como cónsul de su país; José Agustín Alvarez Rixo, cronista del Puerto de la Cruz y alcalde de la ciudad; Antonio Santiago Barrios, cura párroco de la Iglesia de Santiago Apóstol del Realejo Alto; José Delgado Trinidad, capitán de milicias del Regimiento Provincial de Güimar o Emilio Auber, hijo de Pedro Alejandro Auber, naturalista francés que inauguró el Jardín Botánico de La Habana. Sus crónicas permanecen en libros y archivos. Sólo ha sido necesario reconstruir la historia.
Tan terrible escenario fue consecuencia de las descomunales avenidas de agua de los barrancos, que alcanzaron dimensiones jamás vistas ni antes ni después de tal fecha. El agua avanzó y alcanzó cotas tales que no hubo esa noche lugar alguno que pudiera ser considerado seguro ni terreno o montaña que no sufriese la modificación de su aspecto. Puede asegurarse que los habitantes de la isla entraron en una nueva era a partir del 8 de noviembre de 1826.
Leyendo con atención las crónicas y balances de la época, reconociendo y situando lugares, poniendo cara a las gentes de principios del siglo XIX, ha sido posible reconstruir una imagen capaz de acercarnos a la realidad de lo acaecido, de tal manera que asumamos la trascendencia de los hechos y caigamos en la cuenta del incomprensible olvido histórico que se les ha brindado.
El documental "El Aluvión de 1826" que presenta la Asociación Canaria de Meteorología no es sólo un documento histórico, sino que busca describir con imágenes, sonidos y relatos originales lo que pudo suceder aquella noche, de forma que dicho aluvión recupere el justo lugar que merece en la historia de las Islas, un lugar que debe permanecer visible y en el conocimiento de los ciudadanos. Sólo así se podrá valorar el terreno sobre el que pisamos y el cielo bajo el que vivimos.
Asociación Canaria de Meteorología (ACANMET)
La Asociación Canaria de Meteorología (ACANMET) es una asociación civil sin ánimo de lucro formada en su mayoría por aficionados a la Meteorología. Se fundó en 2003 y hasta la fecha ha ido haciéndose un pequeño lugar en la cotidianeidad de las islas a través de múltiples iniciativas divulgativas y de investigación. Cabe señalar entre las actividades realizadas la participación en el Primer Encuentro de Meteorología y Atmósfera de Canarias, organizado por el antiguo INM (2003); la organización del IV Encuentro Nacional de Aficionados a la Meteorología, celebrado en La Palma (2004); las Primeras Jornadas de Formación Meteorológica Inocencio Font Tullot (2005); la participación en el Congreso Internacional sobre Desastres Naturales y Sociedad, celebrado en Garachico y organizado por el Foro de la Atlántida (2006); la participación anual en la Feria de la Ciencia de La Orotava; la celebración del Día Meteorológico Mundial con diversos actos en La Palma, El Hierro, Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife; publicaciones en revistas de aficionados a la Meteorología; organización de concursos fotográficos de temática meteorológica; la labor de seguimiento de diversas situaciones meteorológicas adversas; la gestión y validación de estaciones meteorológicas de aficionados y la participación radiofónica semanal en la programación de Canarias Radio La Autonómica.
Además, ACANMET gestiona CANARIASMET, un foro de participación pública en Internet para los aficionados a la Meteorología. Añadimos tres enlaces al documental a través de Vimeo: