Este singular entorno es un enclave representativo de la historia de La Orotava, al estar situado en el antiguo camino del Calvario, vía de entrada y salida de la Villa durante siglos. Asimismo, en él se encuentran edificaciones de valor histórico como los restos del antiguo hospital de San Sebastián, erigido sobre una antigua ermita del siglo XVI; o los inmuebles 52 y 54, notables ejemplos de la arquitectura doméstica canaria del siglo XVIII de signo mudéjar: balcones, aleros de teja y carpintería.
Dominando todo el espacio se encuentra la Plaza del Franchy Alfaro, proyectada por el maestro Aarón Luis de Otazo sobre el antiguo llano de San Sebastián. Destaca la cruz de madera de uno de los laterales, en la que la tradición oral sitúa el lugar de un antiguo patíbulo denominándola: "cruz de los ahorcados". En este sentido, la cruz debió dar el último auxilio espiritual a los reos.
