El Ayuntamiento de La Orotava financia la rehabilitación de las puertas de la Iglesia de San Agustín

21/12/2018
El Ayuntamiento de La Orotava financia la rehabilitación de las puertas de la Iglesia de San Agustín

En breve se iniciarán los trabajos de rehabilitación de las puertas de la Iglesia de San Agustín, que se encuentran bastante deterioradas, gracias a la firma de un convenio entre el Ayuntamiento de La Orotava y la diócesis nivariense para tal fin. Así esta acción se enmarca dentro de las iniciativas que impulsa el consistorio villero en materia de Patrimonio Histórico.

La propuesta formulada por el concejal de Patrimonio Histórico, Narciso Pérez, fue elevada al pleno de la corporación municipal del pasado mes de noviembre y fue aprobada por la mayoría de los grupos políticos. La actuación supondrá una inversión de unos 9.400 euros que aportará el Ayuntamiento de La Orotava en su totalidad. Mientras que el obispado será el encargado de llevar a cabo la realización de los trabajos de rehabilitación para lo que dispone de un plazo de tres meses.

El edil detalla que esta actuación se justifica por el estado de deterioro que presentan las cuatro puertas exteriores de este singular templo que forma uno de los elementos singulares del conjunto histórico y por el que a diario pasan cientos de turistas.

La firma del convenio tuvo lugar el pasado jueves 20 de diciembre, en el ayuntamiento, entre el alcalde Francisco Linares y el Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso. También se contó con el concejal de patrimonio Narciso Pérez y el párroco Oscar Guerra.

SAN AGUSTÍN

El templo de planta basilical, alza sus tres naves elevando ligeramente la central, con crucero saliente que da lugar a dos capillas colaterales y una amplia capilla mayor, con las sacristías correspondientes. Exteriormente, no obstante tal distribución, da la sensación de un solemne bloque cúbico, El sistema de aparejo en los muros es la base del mampuesto tradicional en la arquitectura canaria, con piedra y barro, debidamente enfoscado y enlucido, limitándose las labores de sillería a las esquinas. En su costado norte muestra cuatro arcos de medio punto, tres de ellos determinando portadas ciegas y sólo uno conservando su puerta de la época en que el terreno exterior quedaba al mismo nivel que la planta de la iglesia. Todos los muros exteriores se orlan con cenefa de esgrafiados mudejaristas.

La fachada se concibe a triple portada. Destaca por su gran desarrollo la principal, que sin duda se debe a la intervención del maestro Juan González Agalé, con cierta colaboración de Diego de Miranda. Llama la atención su exótica belleza. Se desarrolla a doble cuerpo superpuesto: el inferior corresponde a la portada propiamente dicha y el superior encuadra un amplio ventanal que da iluminación al coro.

La sustentación es a base de pilastras un tanto planas, de frente cajeado, al igual que los altos pedestales en que apoyan con motivos decorativos cuadrifoliados - los de abajo - y listeles en aspa - los de arriba -. El arco de la portada es carpanel, el del ventanal, de medio punto. Los capiteles, corintios en su origen, desarrollan una sola fila de hojas, pero de palma; los frisos se decoran con cinco rosetas de minuciosa estilización. Se corona con un frontón avolutado y partido, dejando paso a una cruz que apoya en un pedestal prismático seguido de un segundo cuerpo bulboide. Sobre los lomos laterales del frontón se yerguen sendos pedestales que sustentan bolas. Los batientes de la portada son de madera tallada con cojinetes decorados con rosetas. La portada queda dentro del ritmo tranquilo del barroco isleño. A un lado y en ángulo recto se alza otra portada que fue portería del convento, dando paso al patio porticado, verdadero claustro.