El municipio de La Orotava cuenta con trece nuevos elementos de reducción de la velocidad, instalados en iguales tramos estratégicos de la vía pública, con el fin de contribuir a mejorar la seguridad de los peatones y el tráfico rodado, al aumentar la atención del ciudadano en la conducción, según informó el edil delegado de Seguridad Ciudadana y Trafico, Manuel Ángel Martín.
Este proyecto, incluido en el Fondo de Empleo y Sostenibilidad Local, ha supuesto una inversión que ronda los 50.000 euros, y la iniciativa responde a los objetivos básicos del Ministerio de Fomento en cuanto a la seguridad en la red de carreteras del Estado, así como con los objetivos municipales de conseguir mayor seguridad en las vías locales.
Los pasos peatonales elevados se han instalado en diversos puntos del municipio, tanto en la zona casco como en barrios. Así, en concreto, se localizan tres en Camino Polo, frente al nº 84, frente al nº 28 y en la esquina con la calle Hornera; uno delante de la plaza de La Florida y otro en la Urbanización El Mayorazgo, frente a las escalinatas de la calle José Bethencourt y Castro. También se han ubicado dos en la Avenida Iberoamericana, uno delante del Colegio San Agustín y otro frente a la plaza y salida del instituto de la zona; tres en la carretera de La Luz, cercanos al colegio, las Candias y por la Ermita San Miguel; otro más en La Perdoma, en la calle José de Ponte, nº 9; otro en la entrada a la Urbanización Los Frontones, y finalmente otro en la calle La Candelaria, frente a la Asociación de Vecinos de Candelaria del Lomo. Tres de los nuevos reductores de velocidad son del tipo 'lomo de asno', ligeramente menores en altura que los pasos elevados (concretamente el de La Perdoma, el de Los Frontones y el que está en el nº 84 en Camino Polo).
Los pasos elevados, también llamados reductores de velocidad, se ubican a un nivel ligeramente superior al firme de la vía, con una altura aproximada de 10 cm, y tienen dos partes en pendiente llamadas rampas. Se encuentran conectados al mismo nivel de la acera con el objeto de facilitar los desplazamientos de personas con movilidad reducida. Tienen una señalización horizontal característica, constituida por bandas blancas de 50 cm. que se prolongan sobre las rampas de acceso y salida del paso elevado, y también posee bandas blancas pintadas sobre la calzada, de 40 cm. de ancho, que advierten un metro antes el inicio del paso -explica el edil.
Estos dispositivos de seguridad colocados sobre la calzada producen una aceleración vertical en los vehículos si se atraviesan a una velocidad superior a la establecida, "lo que hace que el conductor se vea obligado a disminuirla y preste especial atención a la conducción", apuntó.
Es de destacar que los dispositivos contarán con señalización adecuada en su área de aproximación, tanto en la travesía como en el entorno, y según el sentido de marcha de los vehículos. De acuerdo a las características de los tramos, podrán existir una o varias señales conjuntas, como son las de limitación de velocidad, la de peligro por frecuencia de peatones, o la de advertencia de resalto. La calidad de los materiales empleados, puntualizó el concejal del consistorio villero, "garantizará la estabilidad, unión a la calzada, indeformabilidad y durabilidad de los nuevos pasos peatonales elevados".
En este sentido recalcó que estos pasos elevados forman parte de un proyecto vial municipal orientado a optimizar la circulación en determinados tramos y puntos singulares de la Villa, como los ya mencionados. Hasta la fecha sólo existía este tipo de control del tráfico rodado en la carretera general de La Vera.
Por otro lado, resaltó que el Cabildo de Tenerife también ha redactado un proyecto similar de mejora en la seguridad vial en La Orotava con la instalación de pasos elevados y algún lomo de asno en la TF-324, en la travesía San Antonio-La Perdoma, y concretamente en la calle Pescote, conocida anteriormente como Calvo Sotelo. El ejecutivo insular invertirá unos 28.000 euros aproximadamente, y ejecutará esta actuación en breve.