4/02/2020
En el año 1895, el Ayuntamiento de La Orotava finalizó la obra de acondicionamiento y mejora de las Casas Consistoriales actuales, situadas donde antes estaba el convento clariso de San José. Con el objetivo de embellecer las estancias de este señorial inmueble, la Corporación municipal solicitó varias obras de arte al que por aquel entonces era el Museo de Arte Moderno y estas llegaron a la Villa el 1 de enero de 1912. Fue el vecino Rafael Belza Monagas el encargado de custodiar el traslado desde la capital de España hasta Tenerife.
Son ocho los cuadros que custodia desde entonces el Ayuntamiento de La Orotava, el único de la Isla que cuenta con fondos del Prado. Se trata en su mayoría de paisajes y retratos reales que se ubican en una galería de la primera planta. El boceto de un cuadro representando a Dido y Eneas, de Pierre Guerin realizado en 1815, es la pintura más destacada de esta pequeña colección. El gestor técnico municipal de Patrimonio Histórico, Pablo Domingo Torres, explica que "este boceto es un claro ejemplo del clasicismo francés y presenta una clara diferencia con el resto de obras depositadas aquí porque, además de que se trata de un autor más consolidado, es anterior al resto de obras". Uno de los aspectos que más llama la atención de los vecinos cuando contemplan esta obra es la inscripción que hay en su marco y que reza: "Pintura perteneciente al Museo del Louvre". Y eso ha hecho temer a más de un villero que sus obras de arte -"de las que se sienten muy orgullosos", afirma Torres- sean reclamadas para viajar fuera de las Islas. Pero eso no ha sucedido.
También caben destacar los tres retratos de Alfonso XII que se encuentran en estas dependencias. Existe uno de José Martínez de Bueso y Vilches (1896) en el que aparece junto a la reina María Cristina; y dos de adulto y en solitorio de Ramón Espínola (1875) y de Alejandro Ferrant Fischermans (1878). "Es un honor contar con estos cuadros porque además completan la muestra que tenemos de los fondos cedidos por Schoenwerk", explica Torres, quien afirma que es la decoración perfecta para la "vía nupcial", conocida así por todas las bodas que allí se celebran.
REVISIÓN
A pesar de que durante 113 años el museo realizó un control mínimo del estado de los depósitos, a partir 1979 se inició una revisión sistemática de las cesiones, con visitas de técnicos del Prado a los diferentes lugares de exposición que permitieron publicar, en el año 1990, un inventario general de las pinturas que se encuentran a este lado del océano Atlántico. Estos exámenes pormenorizados se han prolongado hasta hace unos cinco años, cuando el buen estado de la mayoría de las piezas que se encuentran en Canarias ha hecho que el seguimiento se pueda realizar vía telefónica o por correo electrónico, con el envío de fotografías de los cuadros y esculturas. Canarias reúne de esta manera una parte de la grandeza del museo más importante del país que, con estas cesiones de lujo, ha hecho posible que los tinerfeños accedan a un pedacito del arte y disfruten, aunque más allá del océano Atlántico, de una de las mayores pinacotecas del mundo.
Fuente: El Día