Homenaje a la villera María Candelaria Delgado Pérez, conocida por todos como Yaya Febles

26/03/2011

El Salón Noble de las Casas Consistoriales de La Orotava acogió, este sábado, 26 de marzo, un acto de homenaje a la villera María Candelaria Delgado Pérez, conocida en el municipio y otros ámbitos como Yaya Febles. Nació el 4 de junio de 1941, y desde muy joven y hasta casi la actualidad siempre, desde un segundo plano, ha dedicado gran parte de su vida a ayudar a las personas que necesitan ayuda y a trabajar para los demás, por lo que ahora se le rinde un merecido reconocimiento. Entre otras cosas cabe destacar de ella que ha sido durante cuarenta años organista de la parroquia de San Juan Bautista; durante 18 años, presidenta de la Coral Rómulo Betancourt, y durante casi 30 años presidenta de Caritas, organización a la que se dedicó de lleno mientras la salud se lo ha permitido.

Acto de homenaje a la villera María Candelaria Delgado PérezEs hija de Eusebia Pérez Delgado, casada en segundas nupcias con Domingo Delgado González, conocido en todos los círculos culturales y musicales de Tenerife por el maestro Domingo Febles. Domingo Delgado González fue un músico y compositor muy importante en su época, dirigió varias bandas de música, entre ellas la de La Orotava, y fue organista de la parroquia de San Juan Bautista durante 60 años. Un paseo en la Villa Arriba, al lado de esta iglesia donde desempeñó su labor, lleva su nombre.

Yaya Febles realizó sus estudios en el Colegio de La Milagrosa, donde recibió clases de pintura y piano de la mano de Sor Sofía, y quizá estos primeros pasos fueron los que le llevaron a involucrarse en la música. Por ello siguió luego con sus estudios musicales, y cuando falleció su padre pasó a ser la organista de la parroquia de San Juan Bautista, actividad que desempeñó durante cuarenta años.

También se hizo cargo de la Coral Rómulo Betancourt. Sucedió en la presidencia de ésta a Sotero, y ocupa este cargo durante 18 años, entre 1983 hasta el año 2001. En esta etapa Isidoro Sánchez era el presidente de la Casa Cultural de Rómulo, y gracias a su apoyo y colaboración la coral hizo varios viajes al extranjero. También en los últimos tiempos Yaya Febles colaboró con el coro Veniter Creatur.

Yaya Febles, desde muy joven, siempre tuvo el deseo de ayudar a los demás, y a ello dedicó gran parte de su vida. Así se unió a caritas cuando aún era una adolescente. Hasta el 2010, y durante 27 años, fue la presidenta de caritas de San Juan Bautista. Toda su vida ha estado ligada a esta organización hasta hace muy poco, cuando ya no pudo más por motivos de salud. Su labor ha sido callada y siempre en segundo plano, sin protagonismo, pero muy reconocida por muchas personas a las que ayudó desinteresadamente.

Asimismo ayudó en sus inicios a la ONG Asinted Canarias, dedicada al cuidado de los enfermos terminales, indigentes y tercera edad.

Así ha sido siempre la trayectoria de su vida, dedicada por entero a su familia, a caritas, y a los más necesitados, además de a la música, su pasión.

El acto homenaje, presidido por el alcalde Isaac Valencia y el primer teniente de alcalde Francisco Linares, contó con numeroso público, el salón de plenos lleno. En el acto intervinieron: el párroco de la parroquia de San Juan Bautista, Pedro Jorge Benítez; el presidente de caritas de San Juan Bautista, Alfonso Javier Suárez Sosa; Isidoro Sánchez en representación de la Asociación Rómulo Betancourt; una amiga y componente del Coro Veniter Creatur, Mercedes Machado; la nieta de la homenajeada, Laura Rodríguez; el primer teniente de alcalde y concejal delegado de Cultura, Francisco Linares, y el alcalde de La Orotava, Isaac Valencia. Todos destacaron los valores y virtudes de Yaya Febles, y en especial su gran dedicación a ayudar a las personas más necesitadas y su cercanía y pasión por la música. Durante el acto también hubo varias interpretaciones musicales. Por un lado se estrenó el vals para piano Algo es algo, compuesto por Domingo Febles (padre de Yaya Febles) en 1914, y lo interpretó Juan Luis Bardón González. El Ave María de Goudnod fue interpretado por Carmencito Jiménez y José Acosta, con Álvaro Pérez Remón al piano; y el broche de oro final lo puso Juan Luis Bardón González, también al piano con la obra Luisiana, compuesta por Manuel Saumell.