Los huertos ecológicos urbanos de La Orotava no se destinan solo a los vecinos que quieran contar con un pequeño terreno en pleno centro de la Villa para realizar labores de agricultura ecológica y de autoconsumo. Este espacio sirve también como un aula abierta para el uso didáctico y formativo de diversos centros del municipio. Así, en estos días se han renovado los convenios con diversas entidades que solicitaron participar en este proyecto como experiencia piloto, y tras los excelentes resultados en los últimos años, quieren continuar con esta iniciativa como una de sus principales actividades en el exterior. Así, el alcalde Francisco Linares, y el edil de Medio Ambiente, Luis Perera, han firmado los respectivos convenios con representantes de Afes. Salud Mental, y de los colegios de La Concepción y Alfonso Domínguez.
Además del autoconsumo y la enseñanza de la agricultura ecológica, otro objetivo que se persigue con estos huertos urbanos es el fomento de prácticas respetuosas con la tierra basadas en la sostenibilidad ambiental, propiciando un mejor conocimiento de los procesos naturales y una alimentación saludable. Así, los beneficios de los huertos urbanos ecológicos son múltiples: tienen una función ambiental-urbanística de protección, y una función social que cumplen a través de actividades educativas, lúdicas y terapéuticas. Además, del impacto positivo que tiene consumir productos ecológicos, que repercute en el bienestar personal, la salud y la alimentación.
Así, estos huertos ubicados en el Parque Cultural Doña Chana, y que ocupan una superficie de 4.500 metros cuadrados, son todo un referente en Canarias en cuanto a sostenibilidad ambiental se refiere. En la actualidad se cuenta con un centenar de parcelas, de las que 80 están a disposición de vecinos del municipio que deseen contar con una pequeña huerta de entre 25 y 30 metros cuadrados para el ocio productivo. Los usuarios cultivan su parcela de una forma totalmente natural, sin utilizar abonos artificiales u otros productos químicos, promoviendo el cultivo de frutas y verduras totalmente naturales. Por otro lado, una decena de huertas está destinada a los citados proyectos didácticos en los que participan alumnos, docentes y padres de los dos colegios públicos mencionados. Y otra parcela similar está en manos de la Asociación AFES, en la que participan sus usuarios, personas con problemas de salud mental. Es de valorar que los beneficiarios participan en talleres de integración, y que consumen los productos que cultivan. Por lo que se puede asegurar, que los resultados en general de participar en este proyecto han sido muy satisfactorios y positivos para todos.