La Orotava, desde el pasado mes de junio, vuelve a contar con contenedores para depositar las papas dañadas por la polilla. Los contenedores para ello se han ubicado donde ya es habitual, en los altos de La Orotava, en el barrio de Benijos, para que los agricultores depositen en estos las papas afectadas y así evitar la propagación.
El concejal delegado de Agricultura y Ganadería, Alexis Pacheco, recuerda que la campaña fitosanitaria la realiza el Cabildo de Tenerife a través de Extensión Agraria, en colaboración con el Ayuntamiento villero, “con el fin de ayudar una vez más a los agricultores afectados, y para evitar que se siga extendiendo y perjudicando a más cultivos del tubérculo”. Los contenedores se han instalado, concretamente, en la zona anexa al recinto ferial de Benijos. Todos los agricultores afectados tienen que depositar en estos su cosecha dañada por la polilla guatemalteca. Tienen que usar sacos cerrados de entre 25 y 35 kilos, que luego se llevarán al PIRS de Arico. Es importante no dejar papas fuera y cubrir el contendor con las mallas tras realizar el vertido Los agricultores que quieran llevarla directamente al PIRS deben retirar previamente un vale gratuito en la oficina de extensión agraria. En apenas medio mes, ya se han retirado de La Orotava 14 contenedores, con más de 120.000 kilos. Y los contenedores se mantendrán hasta finales de agosto.
Esta iniciativa de habilitar contenedores se toma teniendo en cuenta la importancia que tiene el sector primario y, en concreto, el de la papa para las medianías de La Orotava, pues son muchas las familias que dependen de la agricultura. Desde la Concejalía de Agricultura del Consistorio villero se valora el respaldo de la institución insular con el sector primario, y se contribuye en la campaña de divulgación e información a los agricultores del municipio. También se trabaja con este colectivo para favorecer buenas conductas que beneficien a todos y a su producción. Entre otras cosas, se aconseja la rotación de cultivo para descansar el terreno. Desde 1999 se detectó la polilla guatemalteca (Tecia solanivora), una plaga muy severa que produce pérdidas en el campo superiores al 50% de la cosecha y, sobre todo, se ve perjudicada la zona norte de Tenerife.