Villero de honor, a título póstumo, para Paco Casanova

26/03/2008

El jueves 27 de marzo de 2008 y a las 13h. se celebrará en el Salón Noble del Excmo. Ayuntamiento de la Villa de La Orotava, la ceremonia de concesión, a título póstumo, del Título de Villero de Honor al siempre recordado Francisco González Casanova, quien falleciera el día de Navidad del año 2006. En su nombre, será su familia la que recogerá tal distinción.

Este acto institucional es el primer resultado de la decisión del Pleno Municipal del 27 de febrero de 2007 que, por unanimidad de todos los grupos: CC, PSOE, IpO, IU, Los Verdes y PP, adoptó el siguiente acuerdo tras una moción a tal efecto de IpO.

Este título de Villero de Honor se otorga por la contribución de Francisco González al intercambio cultural y social entre La Orotava y Cuba, así como entre Cuba y Canarias en general; por su labor como "embajador" natural entre estos países y sus gentes; por su aportación al restablecimiento de las relaciones tradicionales entre ellos, en el marco de esa historia común. También se ha propuesto a Don Francisco González Casanova para la concesión de los "Premios Canarias" a la colaboración internacional.

BIOGRAFÍA E HISTORIA

Paco Casanova con Fidel CastroFrancisco González Casanova, fallecido el 25 de diciembre de 2006, era hijo del último alcalde democrático de La Orotava anterior a la Guerra Civil, Don Manuel González Pérez. La mayor parte de su vida transcurrió en el entorno de la calle León de la Villa. Con el fin de encontrar a su padre en el exilio durante la dictadura franquista, se embarcó de polizón a los 21 años hasta Liverpool reuniéndose padre e hijo en Andorra por primera vez, para posteriormente reagruparse la familia ya en Tenerife. Estudió para marino (piloto) aunque su dedicación principal fue la de Administrador de Fincas. Responsable de la platanera familiar de "Los Afligidos" terminó dedicándose a la representación de productos farmacéuticos.

Paco, como comúnmente era conocido, era ante todo un hombre bueno. Vinculado al Partido Comunista, desde muy joven se consideraba un internacionalista con constantes pruebas de solidaridad hacia pueblos oprimidos del mundo, carteándose con presidentes de países como Irak, Méjico o Francia. Durante la II Guerra Mundial era un asiduo de Consulados de países aliados como EEUU o Gran Bretaña, para recoger información que luego repartía por Santa Cruz de Tenerife. En su afán por el agro canario llegó a remitir telegramas a Franco con el fin de que no se potenciara la platanera en Guinea ante el perjuicio que podría ocasionar a las de las Islas, en la época en que España poseía este territorio, estudiando el caso en el Gobierno del Estado.

Paco Casanova con la poetisa cubana, Dulce María LoinazCreció amando Cuba de una forma intensa y apasionada, convirtiéndose en la persona más representativa de la solidaridad con este país en los últimos años, así como en pieza clave en los intercambios culturales, sociales y turísticos entre Canarias y Cuba. Su relación con la Isla le viene del año 48, a través de Venezuela y de personas relacionadas con la revolución subsiguiente, y junto a revistas como La Bohemia, además de las tertulias familiares y conversaciones con amigos. Tras el triunfo de la Revolución Francisco González Casanova se apasiona con Cuba, no sólo apoyando al nuevo status que adquiere la isla con el ascenso al poder de Fidel Castro, sino también dentro de ese marco de relaciones históricas entre Cuba y Canarias plenas de familias isleñas a uno y otro lado del Atlántico que han jalonado la historia de nuestros dos pueblos.

Poco a poco comienza una tarea de solidaridad con ese pueblo a base del envío de medicinas, la búsqueda de familiares en uno y otro lado, así como la mensajería a través de los barcos que recalaban en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Todo lo cual le causaría más de un problema con el régimen político español de aquel entonces.

A partir de 1977, ya en la transición democrática española, comienza a viajar a la mayor de las Antillas, en el momento en que se abre un nuevo período de relaciones entre Cuba y España, y mucho antes de que lo hiciera el por entonces Presidente del Gobierno Adolfo Suárez. Fruto de este y de otros viajes posteriores son el encuentro con la historia y las sucesivas migraciones habidas entre Cuba y las Islas, repletas de familias a uno y a otro lado. En ese contexto entabla relaciones con múltiples personajes relacionados con la vida política, cultural y social del país como Dulce Mª Loynaz, Nicolás Guillén, Vilma Espín, Haydee Santamaría, Mariano Rodríguez, Alicia Alonso, Celia Sánchez Manduley, René Rodríguez, entre otros, así como con los hermanos Raúl y Fidel Castro con los que mantiene encuentros esporádicos. De igual manera indaga en la historia común de Cuba y Canarias a través de pueblos como Cabaiguán, El Calvario, Matanzas, etc.

Paco Casanova con el embajador de CubaProducto de este intercambio cultural funda en Tenerife junto a otras personas la "Asociación de amistad canario-cubana José Martí" llevando a cabo diferentes actos culturales y de hermandad Cuba-Canarias, como festivales de música (Carlos Puebla), descubrimiento de placas-busto a Leonor Pérez (madre de José Martí) en Santa Cruz y La Orotava, etc. Así mismo organiza diferentes expediciones a Cuba desde Canarias con personas de diferentes ideologías, recorriendo la Isla y entrando en contacto con la población canaria allí existente.

De estas expediciones merece la pena resaltar la acaecida en 1980, y sobre todo la llevada a cabo en agosto de 1986 y por la que gracias a sus gestiones y organización se llevó a cabo el hermanamiento entre el Ayuntamiento de la Villa de La Orotava y el Poder Popular de la ciudad cubana de Sancti-Spíritus. En ella, 184 orotavenses (con su Alcalde y Ayuntamiento a la cabeza) llevaron a cabo una serie de actos institucionales en Cuba que contribuyeron aún más a unir a nuestros pueblos, más allá de ideologías y sistemas políticos. Un poco antes, el 26 de marzo de 1984, el Consejo de Estado de la República de Cuba le concedía la "Medalla de la Amistad" en reconocimiento a "su contribución al estrechamiento de los lazos de amistad entre nuestros pueblos y a su solidaridad con la revolución cubana". En 1986 la firma periodística Carmelo Martín -que aglutina el trabajo de Carmelo y Martín Rivero Ferrera-, junto con el historiador Julio Hernández García, publican un libro que -prologado por Fidel Castro- llevaba el título de "Cuba en Canarias: Casanova, el amigo isleño de Fidel Castro", como homenaje a su labor.