La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Orotava, a través del Centro de Educación Ambiental Municipal (CEAM), ofrece a los alumnos y profesores del tercer ciclo de primaria de ocho colegios de la Villa, un interesante proyecto medioambiental que incluye diversas acciones orientadas a favorecer el contacto directo con la naturaleza, así como un mayor acercamiento a su entorno. La iniciativa se denomina "Educar para la sostenibilidad desde la escuela: un aprendizaje compartido", de la que se benefician unos 300 escolares, aproximadamente.
El edil delegado de esta área, Manuel Ángel Martín, detalla que, a través de una oferta de actividades y talleres educativos se abordarán temas de suma importancia para el futuro del planeta como son el cambio climático, el uso del agua, la utilización de energía, la contaminación acústica, los residuos sólidos urbanos. "El modelo de crecimiento económico actual, sobre todo de los países occidentales, ha hecho que la sociedad no considere que poseemos unos recursos limitados, actuamos de manera inconsciente y el medio se deteriora. Por ello se deben emprender acciones que frenen esta situación, y consideramos una obligación enseñar pautas que sirvan para modificar las conductas que perjudican el medio en el que vivimos", manifiesta. "Y entendemos -- agrega- que en los colegios es donde mejor se puede ofrecer una educación ambiental que sirva de herramienta para promover la conservación de nuestro patrimonio natural y cultural".
En esta línea, explica que el Ayuntamiento ha contratado una pedagoga para desarrollar este proyecto educativo en los centros de primaria. Y en los seis meses en que se lleva a cabo esta iniciativa, que se prevé culminar en febrero del próximo año, los escolares participan, de forma amena y participativa, en actividades creativas y didácticas como son los juegos ambientales, rutas educativas, jornadas de convivencia, lecturas de comprensión y asimilación de contenidos, concursos y charlas divulgativas.
En los colegios que dispongan de huerto escolar, se realizará algún experimento con los niños para que ellos puedan plantar algún tipo de hortaliza o verdura. La idea va encaminada a que ellos mismos hablen de las diferencias que ellos ven: si los productos agrícolas nacen más o menos sanos dependiendo de la utilización de productos, y valorarán hasta qué punto los pesticidas pueden llegar a contaminar el medio ambiente. Por ello se planteará, en el propio huerto, un debate sobre el uso de estos productos y si la manera en que actuamos y nuestras decisiones repercuten en el tema del cambio climático. Si el centro no posee huerto, se efectuará otro tipo de actividad con el que se llegue a conseguir el mismo fin.
Otras iniciativas concienciarán a estos jóvenes sobre el uso racional de los transportes y de un recurso vital como es el agua, así como de la importancia del ahorro energético, del reciclar y de evitar acciones que generen contaminación ambiental y acústica.
Manuel Ángel Martín valora la colaboración de la comunidad educativa en el plan de acción de cada centro, ya que es fundamental su implicación para obtener mayores y mejores resultados.