En estos días se ultiman los trabajos de restauración de la cubierta de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, en La Orotava. Esta obra supone una inversión global de 120.000 euros que sufraga el Cabildo de Tenerife a través del Área de Cultura y Patrimonio Histórico. Y también cuenta con la colaboración del Obispado de Tenerife, propietario del inmueble.
Los trabajos consisten, fundamentalmente, en la impermeabilización de la cubierta. Además de localizarse y acabar con los focos de humedad que existían en la cubierta, el proyecto incluye el pintado de la fachada y obras de mejora para la electrificación del alumbrado monumental. La actuación forma parte del Plan de Inversiones del Cabildo.
El alcalde de La Orotava, Francisco Linares, valora el desarrollo de los trabajos y el respaldo total de la institución insular junto a la Diócesis Nivariense en este proyecto, “necesario para la conservación y protección de la parroquia de La Concepción, Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento”. “Es una responsabilidad y obligación de las administraciones públicas—recalca— velar por el mantenimiento y recuperación de nuestro patrimonio histórico, cultural y etnográfico. Y en este caso, este emblemático inmueble que forma parte de la historia local y de Canarias, presentaba un estado de deterioro que podía agravarse de no actuar con urgencia”. “Aún quedan cosas por hacer como eliminar el color rojo que mancha la piedra de la fachada, y se estudia alguna acción para un futuro inmediato”, apuntó.
IGLESIA DE LA CONCEPCIÓN
Este Monumento Histórico Artístico Nacional es el mejor ejemplo de arquitectura barroca en Canarias. Su fachada está formada por tres paramentos; el central, en un plano más avanzado, corresponde a la portada. La rica decoración que presenta es la muestra de cantería más completa del barroco en Canarias y fue llevada a cabo por el artista orotavense Patricio José García, quien expresó mediante símbolos la estrecha vinculación existente entre Canarias y América.
Sus orígenes se relacionan con la fundación del núcleo poblacional de La Orotava, al existir constancia de una pequeña fabrica datada en 1503, a la que le siguió una segunda iniciada en el año 1546. El templo actual es la tercera de las fábricas y fue levantada entre 1768 y 1788.
Las dos torres campanarios, de 24 metros de altura, quedan retranqueadas tras los planos laterales de la fachada. Sobresale el solemne cimborrio estructurado en 16 caras - da la sensación de ser octogonal pues dispone de 8 ventanales- sobre el que se eleva una cúpula sellada por una linterna de estilo neoclásico. En el interior, las tres amplias naves están determinadas por poderosas columnas de base jónica, coronadas por capiteles de estructura corintia, todos diferentes en ornamentación. La capilla mayor está presidida por un monumental tabernáculo, de los más importantes de Canarias, obra genovesa de 1823 en mármol y jaspe procedente del taller de Giuseppe Gaggini (1791-1867). El púlpito, de idénticos materiales, fue ejecutado en el mismo taller.
De su patrimonio pictórico sobresalen los óleos: Entierro de Cristo y Ecce Homo, obras manieristas del S. XVI, de Cristóbal Ramírez, que pueden verse en la sacristía; La Inmaculada con San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, de Gaspar de Quevedo, junto al baptisterio; Desposorios de la Virgen con San José, del pintor orotavense Cristóbal Hernández de Quintana, a los pies de la nave de la epístola.
El templo ofrece un Museo Sacro. El Tesoro de la Parroquia de la Concepción se compone de un valioso conjunto de enseres y objetos utilizados para el culto divino. Su procedencia se debe a las compras por parte de la fábrica parroquial, las donaciones y los factores históricos, como fue la exclaustración de los conventos por las leyes del ministro Mendizábal, de la cual, esta parroquia fue una de las más beneficiada. Dentro de este conjunto podemos destacar piezas de mobiliario litúrgico, imágenes, pinturas, andas procesionales, vasos sagrados, custodias, cantorales, instrumentos musicales, ornamentos, etc. Las piezas que se muestran no atienden sólo a su valor histórico, artístico o estético, sino que aúna además los valores simbólicos, religiosos y antropológicos. Hasta hace unos años, el Tesoro de la Concepción se agrupaba en calidad de almacén exposición, en las salas altas de la sacristía norte, estancias que en otra época fueron la vivienda parroquial. Actualmente, el tesoro ocupa las estancias principales del edificio, siendo estas la sacristía norte con la antesala y sala del Tesoro, el coro, la sacristía sur y las salas capitulares.