El Cabildo de Tenerife ha adjudicado la reimpermeabilización de la balsa Barranco de Benijos, en el municipio de La Orotava, por valor de 1.076.693 euros. El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, indica que “las obras comenzarán en abril, contarán con un plazo de ejecución de once meses y durante este periodo se instalará un depósito alternativo para garantizar el suministro de agua a los 560 agricultores y agricultoras de la zona”.
Javier Parrilla y el alcalde de La Orotava, Francisco Linares, han visitado las instalaciones junto a la gerente de la empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), Ana Sánchez. Durante el encuentro, el consejero agradeció “la implicación del alcalde y del resto de la corporación municipal en este proyecto tan importante para todo el Valle de la Orotava” y recordó que esta iniciativa “se enmarca dentro del Plan Reimpermeabilización comenzado en 2019”.
De acuerdo con Javier Parrilla, actualmente dependen del agua de esta balsa más de 560 abonados. “Por este motivo, se instalará un depósito de 760 metros cúbicos, que permitirá que los agricultores y agricultoras de la zona tengan la tranquilidad de poder regar sus cultivos mientras se realizan los trabajos de limpieza y reimpermeabilización”, aseveró.
Francisco Linares valora el compromiso del Cabildo con el sector primario, atendiendo las demandas planteadas desde el Ayuntamiento para ayudar a los agricultores y ganaderos de la zona. “Ahora se ejecuta una importante inversión con este proyecto tan necesario para favorecer una mejor calidad de agua y aprovechamiento a todos los regantes, y del que se beneficiará más de medio millar de agricultores”, remarcó. Del mismo modo, puso en valor que se instale un depósito auxiliar para garantizar el suministro durante las obras.
En 2017, tras la realización de varias pruebas de seguimiento, se detectó que la geomembrana presentaba en ciertas zonas un desgaste superior al 59.13 por ciento. “De ahí la necesidad de proceder a su reimpermeabilización, que se realizará a través de un novedoso sistema de contención y estabilización de taludes”.
Los trabajos se centrarán, además, en las entradas de agua; en la coronación de la balsa, taludes, fondo y elementos de anclaje; la instalación de una toma flotante de agua; en la demolición de infraestructuras que hoy en día no tienen utilidad y en la modernización de los equipos de control de las galerías.
La balsa de Benijos fue la quinta de las diez construidas en el marco del Plan de Balsas del Norte de Tenerife de la Corporación insular. Su construcción se ejecutó entre los años 1985 y 1986, siendo presidente José Segura Clavell, con el objetivo de que sirviera como balsa reguladora para las medianías del municipio del Realejo y La Orotava. Está preparada para recibir agua de las galerías del Salto Manuel, Las Palomeras y Caramujo, así como del pozo de San Jerónimo, lo que le permite mantener las aguas de mayor calidad de procedencia subterránea de las que gestiona Balten.
Desde 1990, la balsa Benijos ha sufrido varias pequeñas reparaciones, no obstante, su primera y única impermeabilización tuvo lugar en 1986, con un periodo de garantía de 10 años, recordó el consejero.
La cota que alcanza en su coronación es de 549,20 metros sobre el nivel del mar y cuenta con una capacidad de almacenamiento de 206.373 metros cúbicos. Además, presenta una superficie de fondo de balsa de 6.469,97 metros cuadrados (m2), una superficie libre a máximo nivel de embalse de 21.018,92m2, una superficie de coronación de 22.082,76m2, y una superficie de taludes laterales a impermeabilizar de 17.296,20m2, lo que permite que la balsa tenga una capacidad de suministro de 19 metros cúbicos por segundo de agua agrícola.
Taludes, fondo y elementos de anclaje, Innovación tecnológica.
Entre otras tareas, se realizará la extracción de los lodos acumulados durante los más de 33 años de servicio, así como de todo el material procedente de la escorrentía del 2009. Posteriormente se realizará una limpieza, “evitando la retirada de la geomembrana existente”, y se retirarán todos los sacos de grava que se encuentran en la coronación de los diversos niveles de la balsa.
Javier Parrilla explica que en la reparación parcial de los taludes dañados en 2009 se usaron medios manuales para la compactación de la zona, no mecánicos, “lo que ha provocado que se hayan creado pinzamientos en la geomembrana actual”. Este problema se solucionará colocando geocompuesto cementoso, “un elemento de innovación tecnológica de primer nivel que evitará problemas en los sucesivos años”.
Por otro lado, se instalará un sistema de tomas flotantes. A este respecto, el consejero asegura que la experiencia de Balten en balsas similares ha demostrado que el uso de estas tomas hace que se distribuya agua de mejor calidad, “ya que evita suministrar aguas que contengan lodos en suspensión o que esté en procesos de eutrofización, que son aguas con alto nivel de carga orgánica”.
Asimismo, se realizará la sustitución de las válvulas existentes de las tomas de agua y de desagüe de fondo, con una inversión de unos 3.700 euros, y se procederá a la impermeabilización de todas las zonas de la balsa, comenzando con los anclajes de coronación en los 539 metros de perímetro. Posteriormente, se instalará el geotextil y sobre él la geomembrana impermeabilizante.