La Sociedad Liceo de Taoro se funda allá por 1855. Bajo el nombre de Falansterio de Taoro nace con la finalidad de enriquecer la formación integral de trabajadores y artesanos. No en vano, desde sus inicios, la cultura y el fomento de la enseñanza humanística van a ser guía en las décadas venideras.
Esta sociedad orotavense siempre ha mantenido el carácter popular y abierto, siendo lugar de cita de las clases más populares frente a otras instituciones más elitistas y clasistas que abanderaron la aristocracia local.
En 1859, según nos relata el historiador don Manuel Rodríguez Mesa en su libro Desde el Falansterio al Liceo de Taoro, se produce una modificación de los estatutos y sin perder la filosofía primigenia pasa a denominarse La Esperanza. En esta época tiene especial relevancia la actividad musical que a través de diferentes agrupaciones ha mantenido hasta nuestros días viva.
La Sociedad Filarmónica de La Orotava, otra entidad social local, se fusiona en 1884 con La Esperanza dando lugar a una nueva entidad que pasa a denominarse Liceo de Orotava. Bajo esta nueva denominación se escriben algunas de las páginas más brillantes de la historia de esta sociedad. Promueve una intensa actividad cultural que rebasa las propias paredes de ésta. Realiza una actividad popular interesantísima en teatros y plazas del municipio. Potencia la formación del sector artesanal siempre presente en esta institución. Y, bajo la cabecera de ‘La Orotava’, edita una revista que va a ser el órgano de difusión y formación de esta nueva sociedad producto de la fusión de las anteriormente citadas.
En 1888, debe ajustarse a la normativa imperante y pasa a denominarse Nuevo Liceo de Taoro. Bajo esta nominación, participa activamente en eventos de marcado carácter regional como la exposición de horticultura organizada en los jardines del Marquesado de la Quinta Roja, que tanta trascendencia e importancia marcó en la época.
Esta histórica institución siempre ha estado ligada a la actividad cultural y festiva local. En 1892, comenta el historiador Rodríguez Mesa, colabora en las Fiestas de San Isidro con la decoración de los arcos florales que servían de ornamento al patrono de La Orotava. También participa activamente, siendo un referente a tener en cuenta, en la vida política local, insular y regional.
Desde 1901, se tiene noticias de la importancia que daban sus gestores y asociados a la infancia y las actividades que generaban en torno a ella. Un ejemplo es la organización de un baile infantil con trajes de campesinos de cuyo documento gráfico damos fe en este trabajo y que viene a corroborar el interés por las costumbres y tradiciones locales.
En 1924 pasa a denominarse sociedad Liceo de Taoro, nombre con el que ha llegado hasta nuestros días. Está presente de manera especial y es aquí donde queremos hacer mayor hincapié debido al motivo que nos convoca en este libro sobre la indumentaria de La Orotava, en los proyectos de potenciación de las manifestaciones típicas locales tales como fiestas de San Isidro y alfombras de flores, bailes regionales o fiestas campesinas infantiles.
*Maestro. Director de la revista El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria.
Fuente: DALaOrotava