Un niño de apenas cuatro años miraba con asombro cómo su pequeño y maltrecho volcán de barro erupcionaba en la Asociación Volcanólogia de Canarias. Otro más tirando hacia la adolescencia intentaba, con esmero, resolver un problema geométrico en forma de puzzle que le presentaban alumnos de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de La Laguna. Una pareja de hermanos competía a elaborar una cartera tras descubrir la técnica de los guanches de la mano del Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo de Tenerife. Mientras, unos señores con pinta de abuelos observaban al Sol y escuchaban una explicación sobre las manchas de nuestra estrella. Una niña se moría de risa con click, el personaje principal de la obra de títeres que le avisaba de los posibles riesgos de internet.
Todo eso ocurrió el pasado domingo en la Casa de la Cultura de la Villa de La Orotava que, por séptimo año consecutivo, volvió a convertirse en la villa del conocimiento gracias a la celebración de su ya tradicional Feria de la Ciencia. Esta vez, según comenta su organizador y director de la empresa Cienciamanía, Juan José Martín "con récord de participantes tanto de visitas como de centros de investigación, agrupaciones de aficionados u organizaciones no gubernamentales. Han sido un total de 16 colaboradores externos" e insistió en que el próximo reto es que "se convierta en una feria regional con participación de centros de todas las Islas".
Interés por la ciencia
El interés por la ciencia competía perfectamente con Fernando Alonso y la feria era un hervidero de gente de todas las edades que disfrutaban con las actividades. como el Planetario digital del Museo de la Ciencia y el Cosmos (OAMC) que fue capaz de trasladar a sus observadores a galaxias cercanas y lejanas. Además, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) traía un interesante documental en tres dimensiones sobre los peligros de los asteroides mientras que el Parque Científico Tecnológico de Tenerife retaba a losparticipantes a hacer ejercicios de lógica.
Las asociaciones de aficionados también tuvieron su hueco y así la de meteorología (Acanmet) mostró sus mejores imágenes, la Asociación Canaria de Volcanología o la Asociación de Radioaficionados del Valle de La Orotava. Pero, una de las chispas de la VII Feria de la Ciencia de La Orotava la puso la organización no gubernamental Innova 7 que se estrenaba en el encuentro villero con un concurso de videojuegos. Esta ONG es la organizadora de la Tenerife Lan Party y aportó un elemento lúdico y tecnológico al encuentro. La Orotava ya prepara su siguiente feria. Esta vez, contará con la participación de la Universidad Europea de Canarias.