Felipe Martín (La Orotava, 1952), legendaria figura del fútbol canario, recibirá el próximo jueves un homenaje, con el Oratava y la UD Las Palmas como protagonistas, que, admite, le llegará «al fondo del corazón». Central que marcó una época en la UD, camiseta que defendió desde 1973 a 1987, con un año de paréntesis por cesión al Sant Andreu, alcanzó la internacionalidad absoluta vistiendo la amarilla y quedó para siempre en el santoral de la afición por su excelente rendimiento y defensa monumental del escudo.
Ahora, en su tierra, le preparan un homenaje que ya le tiene emocionado. «Soy flojito y con poco me salen las lágrimas. Pero lo que voy a vivir con este partido, en el que me darán la insignia de oro y brillantes del Orotava, ya la UD me dio la suya, no hay palabras. Estoy agradecido desde el fondo de mi alma», asegura con la voz rota desde su domicilio.
A Felipe todo esto le pilló «por sorpresa» y, en el momento en el que le comunicaron el evento, apenas pudo reaccionar. «Me quedé mudo, pensativo, casi que ni me lo creía. Con la UD mi relación siempre ha sido magnífica. Fue mi casa y la sigo considerando como tal porque lo que viví allí ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Pero sí es cierto que con el Orotava las relaciones se habían enfriado un poco y con este nuevo acercamiento, con la distinción que me dan a dar, todo está como a mí me gusta»m confiesa.
El encuentro, que se celebrará el próximo jueves, a partir de las 20.30 horas, en el estadio Los Cuartos, permitirá a Quique Setién dar minutos a sus jugadores ante el parón que habrá por los compromisos internacionales y Felipe confía en que se vea «el mejor espectáculo posible».
«Al final, lo más bonito que le queda a un jugador es el recuerdo de la afición, sentirse querido y respetado. Tuve el privilegio de que en el Insular así fue y ahora, en este nuevo encuentro que voy a tener con los seguidores, seguro que volveré a experimentar sensaciones muy especiales. Ya se me hace larga la espera», recalca con sentimiento.
Más allá de las vivencias que se avecinan, el recordado líbero no puede evitar una retrospectiva sentida a todo lo que experimentó cuando fue uno de los jugadores más emblemáticos de la UD. «Cuando me preguntan por un recuerdo de todo lo que viví en mi carrera me ponen en un aprieto, pues fueron muchísimos años de dedicación y mucha satisfacción con Las Palmas. Pero ahora que el equipo vuelve a La Orotava después de mucho tiempo, y lo hace además estando en Primera, se me viene a la cabeza lo que me decía Miguel Muñoz de Canarias, y más en concreto de Tenerife, a la hora de hacer las pretemporadas. Muñoz aseguraba que no hay mejor entorno que el que tenemos aquí, con playa, altitud, clima suave, buenos campos, muchos equipos de la tierra con los que poder disputar amistosos...Y no le faltaba razón. Vinimos con él a entrenarnos a aquí y estuvimos de maravilla. Ahora muchos clubes se van de pretemporada al extranjero y se olvidan de que en casa disponemos de medios privilegiados. Ahí dejo mi consejo», concluye.