La Feria Regional de Artesanía de Pinolere, en La Orotava, superó todos sus récords en su XXVI edición, celebrada el pasado fin de semana, al congregar a 34.178 visitantes, una cifra jamás alcanzada en sus 26 años de historia. El día de mayor afluencia fue el sábado, con cerca de 18.000 personas, lo que obligó, incluso, a que la compañía Titsa tuviese que reforzar el servicio gratuito de guaguas con tres vehículos más de los inicialmente previstos.
Los resultados la Feria, que fueron dados a conocer este mediodía en el restaurante del parque temático Pueblo Chico en una rueda de prensa que ofrecieron el concejal de Desarrollo Económico Local, Felipe David Benítez; el presidente de la Asociación Cultural Pinolere, Leoncio Luis Hernández; y el gerente de dicha Asociación, Jesús García, han conllevado importantes ingresos para los artesanos participantes, toda vez que, si bien no existen datos sobre las cifras de negocio, bastantes de ellos llegaron a agotar todos sus productos, como fue el caso de los dos cesteros llegados desde El Hierro. Otro de los datos destacados es que, a pesar de la masiva afluencia de público, no se registró ni un solo incidente a lo largo del fin de semana, tal y como destacó Jesús García, quien subrayó, asimismo, que para próximas ediciones será necesario abundar en la agilización del transporte hacia y desde el recinto ferial.
Mientras, el principal responsable de la Asociación Cultural Pinolere, Leoncio Luis, además de destacar el éxito de esta vigésimo sexta edición de la Feria, agradeció el apoyo de todas las instituciones implicadas y de los directivos de la propia Asociación, a quienes reconoció su esfuerzo y atribuyó buena parte del mérito. Recordó que dicho esfuerzo no se limita a unas pocas semanas, sino que tiene lugar durante todo el año.
El concejal de Desarrollo Económico Local, Felipe David Benítez, fue más allá al señalar que la Feria de Pinolere se ha convertido en mucho más que en una feria, tornando en "una marca con seguridad de éxito". Incidió en que se trata de un evento único en Canarias y en que sus actividades no se limitan a los tres días de la muestra, sino que se extienden a los 365 días del año a través del museo y de un sinfín de eventos, como han sido los casos en los últimos meses de TapArte, la feria del queso o la del cochino negro.
El edil, también responsable de Turismo, dijo que uno de los objetivos del Ayuntamiento es consolidar a Pinolere como atractivo turístico y destacó que al público canario y nacional que visita la Feria se suman cada vez más turistas de diferentes países.
Tanto el concejal como los dos representantes de la Asociación Pinolere destacaron el creciente protagonismo que empiezan a adquirir en dicho evento las empresas privadas, una colaboración que dio comienzo hace dos años y que se pretende reforzar en el futuro. En opinión del gerente de la entidad, cada vez es mayor el número de empresas que se dan cuenta de que apostar por Pinolere puede convertirse en un magnífico medio para desarrollar y difundir sus proyectos.
La Feria de 2012, dedicada a los oficios artesanos de la piel
La rueda de prensa para dar a conocer las cifras de la Feria clausurada ayer también se convirtió, como suele ser tradicional, en el marco para presentar el cartel de la XXVII edición, que se celebrará del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2012 bajo el lema 'La piel de Canarias' y estará dedicada a los oficios artesanos vinculados a las pieles.
Zapateros, zurroneros, alabarderos, marroquineros y, en general, todos los profesionales de las islas vinculados al tratamiento de las pieles, serán los protagonistas el próximo año. Para ello, el diseñador habitual de la Feria, Chano Díaz, ha elaborado un cartel donde el vientre desnudo de una niña, que luce una piel limpia en la que apoya su propia mano, con el ombligo en primer plano, se convierte en el nexo de unión de los artesanos de las siete islas.
El gerente de la Asociación Cultural, Jesús García, indicó que este innovador cartel supone una alegoría de la expresión de la identidad canaria, que surge del interior de todos quienes residen en el archipiélago y sale al exterior a través del cordón umbilical.