Lamentablemente, días atrás se ha tenido que proceder a la tala de la magnolia que se localizaba en la zona de San Francisco, frente a la Casa de Los Balcones, debido a que se encontraba en muy mal estado y presentaba un peligro por estar en una zona de tránsito.
Un exhaustivo estudio por parte del técnico municipal corrobora que este árbol, Magnolia grandiflora, presentaba graves daños fisiológicos y estructurales. Entre otras cosas tenía una ‘herida’ en forma de grieta longitudinal que recorre la práctica totalidad del tronco desde el cuello del ejemplar hasta su punto mas alto, describiendo un recorrido en espiral. Los daños estructurales sufridos por este magnolio han supuesto que una gran parte de su copa haya muerto por la destrucción de la zona de albura, lo que propició que fuera asimétrico en su copa, con una parte frondosa y otra despoblada.
También se observan ataques criptogámicos en la madera, en casi todo el recorrido de la herida, mortíferos por la facilidad de propagación de las esporas del hongo. La pudrición que pueden generar es susceptible de afectar a todo el interior del tronco y ramas, ocasionando la debilidad de la unión de algunos elementos estructurales y constituyendo un vector de enfermedades devastadoras de la madera.
El árbol presentaba una inclinación importante, de unos 30º sobre la vertical, desconociéndose el origen de la misma, aunque puede haber influido el paso del tiempo y el desarrollo de la copa hacia un solo un sector. Y también sufría otras heridas no cicatrizadas en su totalidad, generando en la actualidad diversas oquedades que propiciaban la presencia de vectores criptogámicos y que inciden en el daño fisiológico, vegetativo y estructural del ejemplar, que lo llevarían irremediablemente a una muerte biológica a no muy largo plazo o a la fractura del mismo por la precariedad del estado del tronco.
El nivel de los daños observados era extremadamente grave.
En consecuencia, se recomendó la tala controlada del ejemplar y se prevé plantar otro en este lugar.