Londres se rinde ante el pintor orotavense Pedro Paricio

20/10/2014

Una galería inglesa convierte a Pedro Paricio en uno de los artistas españoles más cotizados al vender sus obras hasta en 150.000 euros

La prestigiosa galería Halcyon, con tres sedes en Londres y otra en Shangai y que tiene en su catálogo obras de maestros como Picasso y Matisse, comenzó a representarlo en 2011. Ese año organizó su primera exposición individual del orotavense Pedro Paricio en la capital inglesa. Titulada Maestros de la pintura, incluyó 18 obras en las que reinterpretó a artistas que siempre lo han inspirado como Velázquez, Caravaggio o el propio Picasso. Lo hizo con su particular estilo pop y su llamativa paleta de colores cautivando a los asistentes, que el mismo día de la apertura compraron todos sus cuadros.

En la segunda exposición, Diario de un artista 2007-2012, la galería dedica todas sus salas al tinerfeño y reedita su éxito. Las 50 piezas son vendidas por precios que van desde los 30.000 hasta los 150.000 euros, lo que lo convierte en uno de los tres artistas españoles contemporáneos más cotizados y en el pintor de moda de una de las capitales del planeta. La crítica se rinde ante su talento y es incluido en el libro de Francesca Gavin 100 New Artists (Nuevos Artistas). Juan Manuel Bonet, exdirector del Museo Reina Sofía de Madrid, lo calificó como "lo más fresco y lo mejor visto últimamente en el ámbito del arte español emergente".

Pedro Paricio nació en 1982. Empezó la carrera de Bellas Artes en la Universidad de La Laguna, pasó por Salamanca y la terminó en Barcelona, en 2006. Proveniente de una familia humilde, para poder alcanzar su sueño de dedicarse a la pintura trabajó de repartidor de pizzas, cargando camiones, como payaso en fiestas infantiles, fotógrafo, comisario de exposiciones y crítico de arte.

Sus primeras exposiciones en la Isla fueron en 2008, en la Casa de la Cultura de La Orotava y en la Casa del Vino de El Sauzal. Luego de colgar su obra en galerías y salas de Salamanca y Barcelona, en 2012 llegó su primera gran muestra individual en el Casino de Sevilla, que capta la atención de los principales medios nacionales.

Tres años antes, en 2009, Paricio trabajaba como crítico de arte en una revista en Barcelona. No le iba mal pero no le quedaba tiempo para pintar y sintió que era momento de elegir y no lo dudó. Lo dejó todo y se marchó a Londres. Como gran consumidor de cultura, la ciudad inglesa le ofrecía la oportunidad de estar al día con las últimas tendencias en todas las disciplinas del arte y esperaba encontrar allí una manera de vivir de su vocación.

Pasó dos años durmiendo en el suelo de su estudio y perfilando una visión personal, que cruza los límites entre lo abstracto y lo figurativo, el objeto y la narrativa para transformar sus lienzos en efímeras obras de teatro, como él las describe, llenas de colores vivos. Son recurrentes en su obra los autorretratos arlequinescos que evocan su propia estética vestidos de vaqueros azules, chaqueta negra, corbata fina negra y su inseparable sombrero negro.

En 2011, cuando Halcyon lo dio a conocer, los críticos ingleses comenzaron a hablar de él como el Damien Hirst español. Desde entonces, vive cómodamente y reparte su tiempo entre su estudio londinense y el de La Orotava. Del día 31 de este mes hasta el 8 de marzo, compartirá sede con su admirado Óscar Domínguez. El TEA colgará Elogio de la pintura, una muestra que reunirá 104 obras suyas de diferentes periodos creativos, casi todas propiedad de coleccionistas privados de medio mundo.

Fuente: laopinion.es