El Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de La Orotava entregó hoy los premios 'Importantes del Turismo de la Villa de La Orotava' a Manuel Luis Domínguez, fundador y propietario del Bodegón El Engazo; Cecilia Farráis Lorenzo, fundadora y propietaria de la Bodega Tajinaste; y al Parador de Turismo de Las Cañadas del Teide en un acto que se desarrolló en la Casa Lercaro y al que asistieron, además de los directivos de la entidad, las familias de los premiados y buena parte de la corporación municipal villera.
Manuel Luis Domínguez abrió El Engazo en 1962 con el objetivo de vender el vino de su propia cosecha, que acompañaba con pescado salado, chocos o huevos duros. Lo legalizó entre 1966 y 1969, y aunque en un primer momento su intención era denominarlo Bar Las Candias o Tafuriaste, finalmente se decidió por El Engazo, ya que por aquel entonces el suelo era de tierra y para no levantar polvo se cubría con engazos, nombre que se da a los raspones de los racimos de uva. Posteriormente su esposa, Milagros, se hizo cargo de la cocina, y actualmente son sus hijos quienes gestionan el negocio, si bien siempre bajo la tutela de su fundador.
El Engazo ha sido distinguido con dos premio del CIT de Puerto de la Cruz y ha servido de escenario para la realización de numerosos reportajes publicitarios de difusión turística.
Cecilia Farráis Lorenzo, más conocida como Chila y nacida en La Perdoma, es la quinta de seis hermanas y siendo muy pequeña comenzó a trabajar en la finca El Ratiño, una pequeña venta familiar que perdura hoy en día. Aunque se le conoce por el vino Tajinaste, también se encuentra muy relacionada con el mundo de los calados, hasta el extremo que en los años 70 llegó a impartir un curso de artesanía en Chimiche y en la década de los 80 viajó por ese motivo a diferentes ciudades españolas y británicas, además de participar en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur).
Chila y su marido, Agustín, crearon la Bodega Tajinaste siguiendo la tradición vinícola familiar. Las cepas más antiguas, plantadas por sus antepasados, datan de 1914. A ellas se han ido sumando nuevas variedades y hoy en día dichos caldos no sólo se hallan presentes en el mercado canario y peninsular, sino también en restaurantes de prestigio de países como Suecia, Eslovaquia o Estados Unidos y han recibido más de ochenta galardones.
El Parador de Turismo de Las Cañadas del Teide comienza a construirse en 1954 en una superficie de 75 hectáreas cedida por el Ayuntamiento de La Orotava con el objetivo de fomentar el turismo en la isla. Se trata de unas instalaciones ubicadas en un lugar privilegiado a 2.000 metros de altura y en un paraje considerado Patrimonio de la Humanidad.
Ha sido elegido por destacas personalidades para alojarse, entre ellas el poeta Rafael Alberti, el científico Severo Ochoa o la propia Reina Sofía, y a una oferta gastronómica de calidad suma excursiones guiadas de alta montaña, observación astrofísica o de tipo cultural.