Un grupo de 20 hombres procedentes de distintos puntos del municipio, mayores de 18 años y perceptores de la PCI participó en un taller impartido por la entidad 'Ser: Educación para la Vida' bajo la denominación "Nuevas masculinidades: reinventándose frente a las dificultades", organizado por la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Orotava que dirige María Belén González Rodríguez.
El programa constó de 12 sesiones vivenciales de 3 horas cada una, más una sesión de evaluación final con una totalidad de 40 horas de duración. Esta formación está destinada exclusivamente a hombres porque pretende dar una oportunidad al colectivo que en los últimos años ha sufrido la nueva y dura realidad socioeconómica y les ha llevado al desempleo, a la precariedad y a la pérdida de motivación y objetivos personales. A muchos de ellos les resulta complejo reconocer las oportunidades que la vida le ofrece para superarse y sentirse útiles en el entorno inmediato. Ante tal situación se dan herramientas a los participantes para que aprendan a reinventarse y descubrir en ellos habilidades y valores que les preparen para llevar una vida saludable. Esta iniciativa es un paso más en el camino de arrojar luz en la búsqueda de soluciones prácticas y motivarles, no sólo desde el discurso, sino sobre todo desde la conciencia de descubrirse como seres íntegros, libres, comprometidos y responsables de sus vidas.
Para tomar una posición activa, saludable y creativa se les invita a cuestionar y analizar las "herencias" que son los aspectos de su personalidad que les han sido impuestos por el hecho de ser hombres, de vivir en una familia, barrio y sociedad determinadas y por los valores predominantes de su cultura, los cuales, todos ellos, han sido transmitidos de generación en generación. De esta manera pueden conocerse mejor y comenzar a hacerse responsables de la buena gestión de esos aspectos para procurarse su bienestar y una vida digna.
La metodología de trabajo empleada es la Terapia de Reencuentro que aborda los procesos personales y sociales desde el ámbito educativo y sociocomunitario y se concibe a la persona desde la integración de sus dimensiones corporal, emocional, mental, sexual, espiritual y social y, respondiendo a cada uno de estos aspectos, se trabaja favoreciendo el buen trato, las relaciones de convivencia pacífica entre hombres y mujeres, dando apoyo a las situaciones de crisis personal y creando espacios grupales que fomentan la tolerancia y la aceptación de las diferencias como base del enriquecimiento personal y social.
Desde el comienzo, el grupo se mostró muy receptivo y participativo "lo cual ha permitido una mejor consecución de los objetivos del proyecto, intentando generar un concepto de hombre integral y positivo, libre de mitos y de falsas creencias que promueva la libertad, el respeto y la dignidad. Se incentivó el autocuidado, la expresión de sentimientos y emociones, la protección ante el riesgo, el refuerzo de la intimidad, la aceptación de la diversidad, tomando conciencia de las actitudes y los modos de actuar en las relaciones entre hombres y mujeres en los espacios comunes y autónomos...", explica la concejala.