La Junta de Gobierno estudia este jueves una propuesta de la Cooperativa de Benijos que plantea diferentes reivindicaciones para garantizar la supervivencia del cultivo de la papa y será llevada a Pleno en septiembre.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de La Orotava estudiará este jueves, 1 de septiembre, una propuesta de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Benijos, consensuada con la Agrupación de Productores de Frutas y Hortalizas de Tenerife, para solicitar al Cabildo de Tenerife y al Gobierno de Canarias la modificación del POSEI y el establecimiento de una serie de ayudas que garanticen la supervivencia del cultivo de la papa y de sus productores. El documento se elevará a la sesión plenaria de septiembre para su debate y posible aprobación.
El alcalde de la Villa, Isaac Valencia, ya manifestó el pasado viernes, día 26, en la asamblea que se celebró en las instalaciones de la Cooperativa, que "el Ayuntamiento siempre estará al lado de los agricultores del municipio". Valencia, que acudió a la reunión en compañía de varios concejales de la Corporación, mostró el firme apoyo de la institución que preside a este colectivo.
Entre las reivindicaciones de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Benijos figura la duplicación de la ayuda a la comercialización de papas cosechadas en Canarias, pasando de 150 a 300 euros por tonelada. Además, plantea la conveniencia de incrementar al máximo el tipo aplicable del AIEM, el 15 por ciento, en las épocas del año que resultan más sensibles para el cultivo de la papa local.
Los cosecheros piden, asimismo, que aumente la ayuda por superficie hasta una cifra que, por separada o de forma conjunta con otras ayudas, conlleve los mismos efectos para el sostenimiento de la papa que para el viñedo, el otro gran cultivo de las medianías. Esto supondría que pasase a los 1.650 euros por hectárea.
La Cooperativa considera también esencial la promoción de la papa a través de campañas de publicidad, siempre con el objetivo de 'educar' al consumidor, y que la Consejería de Agricultura busque un modelo de seguro que permita garantizar la posibilidad de hacer frente a una pérdida de renta. Se trataría, simplemente, de establecer un modelo que ya se ha implantado en otras comunidades autónomas.
Otra de las reivindicaciones que figuran en el documento que analizará este jueves la Junta de Gobierno de La Orotava es que la ayuda de 97 euros por tonelada que fija el REA para la importación de papas de semilla sólo la puedan recibir los agricultores que pertenecen a las organizaciones de productores de papas, OPFH u OAPA. Al mismo tiempo, estima imprescindible que se exija que las importaciones de papas desde países europeos o de fuera de la Unión "cumplan con las mismas condiciones de calidad y seguridad alimentaria".
El subsector de la papa sufre desde hace años un cúmulo de dificultades debido a sus baja competitividad, lo que ha provocado que haya pasado de ocupar unas 5.000 hectáreas en Tenerife en el año 2000 a unas 1.750 hectáreas en la actualidad. Curiosamente, la pérdida de superficie cultivada coincide con la desaparición del período que restringía la importación de papas procedentes de otros países.
El cultivo de la papa, el tercero en superficie en Tenerife tras el plátano y el viñedo, se ubica principalmente en el Valle de La Orotava y las medianías de San Juan de la Rambla y La Guancha en lo que respecta a la vertiente norte de la isla, y en los municipios de San Miguel, Granadilla y Vilaflor en la vertiente sur. Se trata de una actividad agrícola a tiempo parcial, con explotaciones que ocupan una media de 5.000 metros cuadrados y a las que se hallan vinculadas nada menos que 10.000 familias.
Si bien las dificultades son similares en ambas vertiente de la isla, la situación es algo más complicada en el norte, toda vez que las características de la tierra, junto a una orografía que dificulta la mecanización, conlleva un mayor coste de producción.
Los agricultores de las zonas tradicionales de cultivo de papa son en su mayor parte personas de edad avanzada que conocen muy bien dicho cultivo y su complementariedad con otras producciones locales. Han dependido en gran medida del mismo y, de forma coyuntural, dependen de las rentas que les genera. En dichas zonas, además, la papa se ha convertido en parte de la idiosincrasia de sus habitantes y de su biodiversidad y paisaje, como es el caso de Benijos.
Los responsables de la Cooperativa entienden que las ayudas al subsector no sólo permitirían que salieran adelante los agricultores que llevan años dedicándose a la papa, sino también los jóvenes que han optado por trabajar en dicha actividad, en muchos casos debido a la crisis.