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La necesidad de un centro docente en condiciones óptimas hizo que a principios del siglo XX el vecino de La Orotava de origen inglés John Stirling propusiese al Ayuntamiento la creación de un colegio público, en unos terrenos donados por Nicandro González y Borges. El diseño del edificio corrió a cargo de Mariano Estanga, que solucionó un elegante conjunto de carácter monumental plagado de guiños historicistas. La titularidad del centro estuvo bajo el patronato de San Isidro Labrador por la vinculación del mundo agrícola con la sociedad de La Villa. Desde 1909 la tutela corrió a cargo de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de la Salle), aunque tras su partida fue continuado por la congregación Salesiana, quienes lo regentan desde 1948 hasta la actualidad.
