El barrio del Farrobo surge en paralelo al desarrollo arquitectónico practicado en el centro de la ciudad, y en su origen significó una única propiedad regentada por el genovés Tomás Justiniano. Tras la parcelación y venta de los terrenos este sector se convirtió en la zona donde se asentaron artesanos, campesinos y personas vinculadas a otros oficios. Ello generó un tipo de arquitectura unitaria basada en dos tipologías principalmente: la casa terrera o de una planta y la vivienda de dos alturas. El sistema constructivo es el mismo que puede contemplarse en otro núcleos cercanos edificados en la misma época: fábricas de mampostería, cal y carpinterías de madera, algunas con interesantes trabajos de cojinetes y cuarterones de puertas y ventanas. Es evidente por los ejemplos conservados que no toda la arquitectura de la Villa de Arriba es arquitectura popular, aunque sí puede afirmarse que muchos ejemplos de la arquitectura culta de la Villa de Abajo no se dieron en esta zona debido a la delimitación social de ambos sectores.
