En el último segundo del partido, el equipo del B marcó el gol del empate, pero en vez de malos modos o lamentos por unos y alegrías por otros, lo que hicieron es celebrarlo todos de forma espontánea. Todos se unieron a la fiesta para demostrar que lo importante para ellos es divertirse. Todo un ejemplo en el mundo del deporte, marcado en muchos casos por la competitividad, la violencia y la falta de deportividad.
Los medios de comunicación, del ámbito regional e incluso nacional, se han hecho eco de esta ejemplar acción