Esta edificación fue auspiciada por Jerónimo Ponte Fonte y Pagés a mediados del siglo XVII tras su matrimonio con Catalina Grimaldi Rizzo de Lugo. Las amplias proporciones del solar permitieron la adición de nuevos volúmenes, adoptando en la actualidad una singular planta en J. Las dimensiones del inmueble han permitido un uso mixto del mismo, tales como residencia, almacén y secadero de tabaco. La fachada está dominada por la simetría característica del momento, y su adaptación al acusado desnivel de la vía determinó la disposición de los diferentes huecos de fachada, con vanos de diferentes dimensiones en planta baja. Destaca sin lugar a dudas las labores de esgrafiado y lo original de sus cuatro balcones, ejecutados en hierro y madera, y diferentes todos entre sí.
