Se han registrado 286 pajares en diversos estados de conservación
La villa instaura unas jornadas anuales para tratar temas de patrimonio cultural
La Orotava acogió recientemente, en concreto en la Casa de la Cultura de San Agustín, las primeras jornadas de arquitectura tradicional y paisaje, un proyecto que impulsa la Concejalía de Patrimonio Cultural del Consistorio villero que dirige Delia Escobar, en colaboración con la empresa Cultania. El objetivo más destacado de esta iniciativa es convertirse, en los próximos años, en un espacio de encuentro para el aprendizaje, el debate, la reflexión y la puesta en valor de diversos elementos de interés patrimonial y su relevancia como generadores de paisaje, tanto en el ámbito insular como regional y nacional.
Estas primeras jornadas, que pretenden ampliar la programación y su contenido en años venideros, estuvieron protagonizadas por la arquitectura vernácula más representativa del municipio, los tradicionales pajares. Estas edificaciones, que fueron un elemento arquitectónico ampliamente distribuido por toda la geografía insular, se elaboraron históricamente con materiales del entorno sabiamente seleccionados. Sin embargo, y por diversas razones socioeconómicas y culturales muy vinculadas a cambios en los usos del paisaje, son pocos los ejemplos que se conservan hoy día en Tenerife, concentrándose la mayoría en el municipio de La Orotava.
En esta ocasión, la Casa de la Cultura acogió a más de sesenta personas interesadas en estas edificaciones tan emblemáticas de las zonas rurales. En el marco de las citadas jornadas se presentaron oficialmente los resultados más relevantes del Inventario Municipal de Pajares de La Orotava, un proyecto encargado por la propia concejalía de Patrimonio Cultural y coordinado y desarrollado por Yaiza González Hernández, ingeniera agrónoma, tapadora de pajares, técnico de Cultania y especialista en la conservación y restauración de este tipo de inmuebles.
Este inventario, que se viene fraguando desde hace algunos, pretende ser la herramienta de gestión imprescindible para diseñar, de manera conjunta, una estrategia de futuro que garantice la salvaguarda y protección de los pajares y el Patrimonio Cultural Inmaterial asociado. El proyecto, como cualquier estudio de investigación, se apoya en trabajos anteriores como el inventario parcial presentado en el 2005 y promovido por el Área de Agricultura del Cabildo de Tenerife con el objetivo de poner en marcha un servicio de asesoramiento y ayuda que se prolongó durante algunos años. Según Delia Escobar, “este inventario es el primer paso para hacer un diagnóstico del estado actual, ahora nos toca avanzar y trabajar en dos líneas, por un lado, disminuyendo los costes a los propietarios que quieran restaurarlos y, por otro, facilitando los trámites de restauración siempre que sean dentro del marco jurídico actual”.
El actual documento ha permitido ahondar en el territorio más rural de La Orotava para localizar pajares inéditos hasta el momento y verificar la permanencia de los conocidos. El documento final agrupa, no solo el conjunto de fichas que sintetizan la información de cada ejemplar, sino un compendio de mapas que muestran su distribución y estados de conservación a lo largo de la zona prospectada, extendida desde las faldas de la Ladera de Santa Úrsula, al este, hasta el Barranco de La Raya, al oeste del municipio, en una franja superior a los 300 metros de altitud.
En dicha zona de trabajo, tal y como se explicó durante el desarrollo de las jornadas, se han localizado un total de 286 pajares en diversos estados de conservación, la gran mayoría de ellos ubicados en suelo privado. A pesar de los alarmantes estados de conservación constatados, con la mitad de los ejemplares en estado ruinoso y unos setenta de los que no se tienen datos (ya que permanecen sepultados por la maleza o no se pudo acceder a los mismos), se han inventariado unos cincuenta edificios que se mantienen en pie, conservando sus cubiertas vegetales y los diversos elementos en madera que conforman sus techumbres.
Los ejemplares mejor conservados en La Orotava son custodiados por sus propietarios, que también asistieron al citado encuentro y a quienes se les agradeció públicamente su labor por mantener y conservar este legado tan complejo. Las jornadas también congregaron a varios agricultores de la zona, a los artesanos que colocan los techos vegetales, y a un público muy interesado por el futuro de estas edificaciones.
La concejala Delia Escobar incide que el siguiente paso será trabajar conjuntamente para intentar facilitar la restauración de estas construcciones. “Nos sentaremos primero con el Cabildo de Tenerife—detalla—para que se pueda ayudar a los agricultores que se quieran dedicarse al cultivo del cereal y, luego, trabajaremos para contar en el 2020 con una ordenanza municipal, con la que poder simplificar los procesos burocráticos”. El objetivo es poder recuperar este importante elemento arquitectónico del patrimonio cultural de Valle de La Orotava, de Tenerife y Canarias.