‘La Orotava y las expediciones científicas de los siglos XVIII y XIX’ y ‘La Orotava y los latidos del agua’, son los nombres de las dos nuevas rutas que se ofrecen en el municipio villero como atractivo turístico y que se suman a las otras rutas temáticas ya existentes como las teatralizadas que ofrecen una visión pintoresca y distinta del casco histórico y sus espacios más emblemáticos.
También los itinerarios organizados por el Mait todos los jueves con un recorrido por el casco histórico, incluyendo la entrada a tres museos y una degustación gastronómica en el Museo Iberoamericano; la de enogastronomía que ayuda a descubrir los sabores de las Medianías o las sacras que acercan al visitante a los tesoros religiosos que custodian los templos villeros.
En esta ocasión son de carácter histórico-científicas pues el municipio de La Orotava siempre ha tenido una gran vinculación y especial interés en el campo científico y de la investigación a lo largo de la historia.
La fascinación por el Pico de Tenerife, la localización estratégica del archipiélago y las peculiaridades de su naturaleza despertaron el interés de los viajeros científicos por Canarias desde hace más de 300 años. La ascensión al Teide, objetivo recurrente de tantas expediciones, convirtió́ a La Orotava en estancia predilecta. Por ello, se propone un paseo por la historia de estos viajeros y científicos a través de las huellas que dejaron en la Villa.
Por otro lado, el agua siempre ha jugado un papel fundamental en la configuración del entramado urbano de la Villa de La Orotava. Al compás de sus latidos surgió́ toda una red de aprovechamientos e industrias que han ido dejando huellas, no solo en instrumentos y aparatos, sino también en los lugares y edificios que los albergaron. Así, se ha configurado otra ruta que permite recorrer los vestigios de ese entramado construido alrededor del curso de agua que descendía desde la zona alta del Valle.
El alcalde Francisco Linares y la concejala delegada de Turismo, Delia Escobar, presentaron estas nuevas rutas junto a Miguel Ángel González Expósito, director de la Fundación Canaria Orotava Historia de la Ciencia (FUNDORO), que es la entidad que, en colaboración con la institución local, ha puesto en marcha esta iniciativa que se suma a su amplio programa cultural y formativo, que tiene como denominador común acercar la ciencia de una forma interesante a la población en general, residentes y turistas. Los representantes municipales valoran la puesta en marcha de este nuevo producto turístico, de gran calidad, que enriquece la oferta y atractivos de la localidad.
El ayuntamiento continúa trabajando para mejorar la imagen de La Orotava, poniendo en valor todos los elementos singulares que atesora desde su cota cero hasta el pico del Teide, y que la convierten en un lugar único en el mundo y de obligada visita. Pero además es importante potenciar sus valores culturales, etnográficos, naturales, gastronómicos, científicos e históricos… Toda una suma de factores que diferencian al municipio y le sitúan entre los más relevantes del archipiélago. Por tal motivo, es importante cuidar y ofertar productos de calidad que favorezcan el acercamiento y disfrute de la localidad de una forma diferente y atractiva para todos.
La ruta sobre las expediciones científicas se realizará los martes de 11:30 a 13:30 horas, mientras que la del agua se ofrecerá, en el mismo horario, los miércoles. El precio de ambas es de 15 euros. Un guía especializado les acompañará en todo el recorrido y también se incluye una degustación de productos locales.
Las dos rutas parten de la Oficina Municipal de Información Turística y se dirigen hacia la propia sede de Fundoro en la calle Calvario. El itinerario de las expediciones científicas continúa por la Plaza de la Constitución, la Hijuela del Botánico, Rodapalla y Sabor Canario, hasta culminar en los jardines de Juan Acosta en el Centro de Interpretación del Parque Nacional del Teide en El Mayorazgo. La ruta de ‘Los Latidos del agua’ continúa por los Jardines del Marquesado de la Quinta Roja de gran relevancia masónica, los antiguos Lavaderos y la Casa Lercaro.
