Este edificio fue construido a principios del siglo XVII por iniciativa de Lorenzo Benítez Pereira de Lugo, heredado luego por los marqueses de la Florida. La importancia cultural, social y política de este marquesado hizo que la mansión fuese un referente para todas las personalidades que visitaban La Orotava. La vivienda se articula en torno a un patio central y sigue los postulados de la arquitectura canaria de esta época. Destaca en la fachada su característico balcón con ventana de guillotina y antepecho abalaustrado, debido a una intervención fechada en el siglo XIX. De igual significación es el quiebro que produce la fachada debido a la adaptación del inmueble al solar, determinado por la curva del tramo de calle donde se asienta. Durante el siglo XX el inmueble conoció otras reformas sustanciales debido a las exigencias que supuso la instalación de diferentes actividades comerciales.