A partir del próximo miércoles 7 de octubre se llevarán a cabo una serie de modificaciones en el tráfico rodado de algunas vías del centro urbano de La Orotava, debido al inicio de las obras de rehabilitación de la Calle Calvario, incluidas en el Plan de Actuación en Zonas Comerciales Abiertas.
El primer tramo a acometer en los próximos meses es el que transcurre entre la intersección entre la Calle Calvario con la Avenida Obispo Benítez de Lugo hasta el cruce con la Calle el Tejar, para lo cual se hace necesario efectuar el corte de dicho tramo. Con el fin de facilitar la salida de los vehículos, se habilitará un carril en la Calle Nicandro González que cambiará de dirección, de forma que los vehículos que circulen por la Calle Calvario puedan utilizar la mencionada vía. También se habilitará la calle El Tejar para la entrada de vehículos directamente desde la Avenida Obispo Benítez de Lugo, con el consiguiente cambio provisional de sentido. De esta forma, los vehículos podrán utilizar la misma vía Nicandro González Borges hasta la calle Tomás Zerolo y salida por el Mayorazgo.
Los cortes de tráfico durarán el menor tiempo posible
Estos cambios "durarán lo estrictamente necesario", según ha asegurado el concejal responsable de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Manuel Ángel Martín, "restableciéndose a su estado original desde el momento en que finalice la ejecución de las obras en la zona de la Calle Calvario entre Calle El Tejar y Plaza de La Paz".
Los concejales de las Concejalías de Tráfico y Seguridad Ciudadana y Comercio mantuvieron una reunión el pasado viernes con la comisión de seguimiento de la obra y con los vecinos y comerciantes de la zona, y en este sentido, insisten en que se "pretende evitar, en la medida de lo posible, retenciones en la referida vía y para ello, se han tomado las medidas necesarias".
Hay que destacar que según avancen las obras de la calle, que se llevarán a cabo por tramos, se realizarán, de forma paulatina, desvíos de tráfico por las calles adyacentes, tales como San Sebastián, Juan Padrón, García Beltrán o Nicandro González, siempre con el objetivo de causar las menores molestias posibles, a la misma vez que se han buscado soluciones en la comisión creada para el seguimiento de las obras.